Los delitos contra las personas siguen aumentando rápidamente en el metro de Montreal; su número prácticamente se duplicó el año pasado. Y sobre el terreno, la situación se siente con mucha fuerza: en sólo seis meses, se hicieron 30.000 llamadas para implicar a agentes sociales.

En 2023, se produjeron 662 agresiones, 100 robos, 57 agresiones sexuales y 1 intento de asesinato en el metro de Montreal, para un total de 820 delitos contra la persona, según revelan por primera vez nuevos datos del Departamento de Policía de la ciudad de Montreal (SPVM). por los medios de Quebecor.

Esto representa un aumento de poco más del 80% con respecto a los 455 hechos comparables registrados en 2022. En 2021, la policía de Montreal registró apenas 360 delitos contra la persona. Hay que decir que desde el otoño pasado, los agentes de patrulla del tramo de Metro ya no realizan vigilancia periódica para concentrarse en cuestiones específicamente relacionadas con la delincuencia.

En resumen, los agentes especiales están bajo más presión que nunca. Según datos de la Hermandad de Agentes de Policía y de Paz STM-CSN, ya se han hecho cerca de 30.000 llamadas para que intervengan en 2024, frente a las 47.000 de todo 2023. “Si hacemos una regla de tres, deberíamos llegar a Cerca de 60.000 llamadas este año. Sería una cumbre”, afirma el presidente del sindicato, Kevin Grenier.

Este último, sin embargo, acoge con satisfacción la reciente contratación de 15 agentes adicionales en diciembre. “Han completado su formación y podrán empezar la próxima semana. Nos hará mucho bien. Con estas incorporaciones deberían ser 165 en total”, señala el dirigente sindical. También se está formando una nueva cohorte de aspirantes a agentes y está prevista otra para el próximo mes de septiembre.

En cuanto a los embajadores de seguridad, recientemente desplegados y cuyo mandato es detectar situaciones peligrosas, son actualmente 14, pero una decena más debería comenzar el entrenamiento de dos semanas a principios de julio. Por tanto, dentro de unas semanas serán 26. A este lote se suman una veintena de trabajadores de mantenimiento y ocho equipos móviles de mediación e intervención social (EMMIS), compuestos por trabajadores sociales.

Desde hace varios meses, la creciente inseguridad que sienten los usuarios del metro ocupa los titulares. Además del consumo de drogas cada vez más visible en determinadas estaciones, en los últimos meses han dejado su huella las agresiones físicas violentas.

“Nos gustaría que se revirtiera la tendencia, pero eso no está sucediendo. Al contrario, sigue aumentando. Hay preguntas que debemos plantearnos muy seriamente”, afirma en una entrevista Sarah V. Doyon, directora general de Trajectoire Québec, que defiende los intereses de los usuarios del transporte público.

Sostiene que los gobiernos, en particular el de Quebec, “deberían involucrarse más”. “Lo decimos una y otra vez, pero se necesitan más recursos entre las personas sin hogar para luchar contra la crisis de opioides. En algún momento tendremos que preguntarnos si no vamos a superar un punto de equilibrio, es decir, usuarios que abandonan definitivamente la red por inseguridad”, insiste Doyon.

Aunque sigue invirtiendo en la contratación de agentes especiales (actualmente hay cerca de 200), la Sociedad de Transporte de Montreal (STM) «quizá debería revisar pronto algunas políticas de tolerancia», considera el directivo. “No debemos confundirnos con un metro que es más un refugio improvisado que una red de transporte”, ilustra.

En el STM asociamos el aumento de la inseguridad con “un aumento del número de personas vulnerables y de casos de incivilidad desde la pandemia, provocado en particular por un aumento de los casos de intoxicación, de los casos de salud mental y de la crisis habitacional”, señala cuyo «origen va más allá de las infraestructuras» de la empresa de transporte, afirma el portavoz, Laurence Houde-Roy.

Recuerda también que se han adoptado varias medidas muy específicas hacia los clientes vulnerables, como la instalación de cajas para recoger jeringas en las estaciones de Papineau, Frontenac y Beaudry. También los encontramos ya en Joliette e Iberville.

En la SPVM aseguramos que “la respuesta a las llamadas de emergencia del metro sigue siendo fundamental”. “Ahora se encargan de ello las 16 comisarías de policía de barrio que tienen una comisaría en su territorio, una forma de hacer las cosas que debería permitir optimizar nuestro tiempo de respuesta”, afirma la portavoz de la policía, Mélanie Bergeron.