El tribunal administrativo autorizó el jueves 23 de noviembre la vigilancia del mercado navideño de Estrasburgo mediante drones, tras un recurso provisional interpuesto por tres residentes de Estrasburgo, entre ellos dos abogados, contra un decreto prefectural en este sentido.
La solicitud fue rechazada por el juez del tribunal, que consideró que, teniendo en cuenta «las dimensiones de la zona que debía protegerse, las aglomeraciones esperadas y la particular configuración del local, incluidas muchas calles estrechas», las circunstancias «justificaban un despliegue particular de fuerzas de seguridad, complementadas con el uso de dos drones”, indica el tribunal de Estrasburgo en un comunicado de prensa.
«Permitirán detectar movimientos anormales de multitudes más rápidamente y dirigir las intervenciones policiales de manera más rápida y relevante» para proteger a la población. La medida fue presentada por Josiane Chevalier, prefecta del Bajo Rin: por primera vez en 453 ediciones, el Mercado de Navidad de Estrasburgo, que abre el viernes, estará sujeto a la vigilancia de dos drones de la policía nacional, en el contexto de la transición al nivel de “ataque de emergencia” del plan Vigipirate.
Para los abogados de los tres residentes en Estrasburgo, esta vigilancia con drones se realiza «en detrimento de las libertades fundamentales», para «una ganancia en términos de seguridad que no es evidente». Según el juez, «los métodos técnicos de utilización de drones» no son «desproporcionados con el objetivo perseguido de seguridad pública». La medida se produce «en un contexto de ataques terroristas que ya afectaron a la ciudad de Estrasburgo durante el mercado navideño y del reciente aumento del nivel de riesgo terrorista en todo el territorio nacional», recuerda el tribunal administrativo.
En la audiencia del jueves por la mañana, los abogados subrayaron que los drones no sólo se utilizaban para monitorear posibles movimientos de multitudes, sino también para «monitorear el comportamiento a escala individual, haciendo posible observar a las personas que van al consultorio de un médico», ya sea un abogado, un médico o una persona LGBT. lugar acogedor, que permita por ejemplo deducir la orientación sexual de una persona”.
Sin embargo, según el juez, “al margen de (los) objetivos de mantenimiento del orden, el uso de imágenes para otros fines (está) estrictamente prohibido”, salvo en caso de descubrimiento “fortuito, de un delito cuya gravedad requeriría un informe al fiscal. El juez «no encontró un ataque grave y manifiestamente ilegal a la vida privada ni al secreto que cubre la profesión jurídica», indica el tribunal.
Los abogados recordaron también que, según la jurisprudencia del Tribunal de Casación, «la amenaza terrorista es permanente en Francia desde 1994», y consideraron que otro decreto prefectural, que prohibía el uso de máscaras en el mercado navideño, estaba «en relación con drones y la necesidad de reconocer rostros.
Cuestionaron el “perímetro extremo” que autoriza los vuelos con drones, mayor que el perímetro del mercado, y el “número alucinante de personas objetivo”, mientras se esperan cerca de tres millones de visitantes. En defensa, representantes de la prefectura subrayaron que los drones volaban a una altitud mínima de 120 metros, pero sin negar que permitían la identificación individual. Para el juez, los drones no podrán visualizar e identificar rostros “debido a la pixelación de las imágenes”.