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Beirut, Líbano/Una tragedia golpeó a Líbano el martes con la explosión casi simultánea de bíperes pertenecientes a miembros de Hezbolá, dejando un saldo devastador de al menos nueve personas muertas y aproximadamente 2,800 heridas. Esta acción fue atribuida por el movimiento islamista a Israel, desatando una ola de dolor y conmoción en todo el país.

El trágico incidente no discriminó entre víctimas, cobrando la vida de los hijos de dos diputados de Hezbolá, así como la de una niña de tan solo diez años que falleció a causa de la explosión del bíper de su padre en el este del país. La magnitud de la tragedia se refleja en el elevado número de heridos, entre los cuales se encuentra el embajador iraní en Beirut, Mojtaba Amani, quien afortunadamente se encuentra fuera de peligro, según informaron fuentes oficiales.

La violencia se extendió más allá de las fronteras de Líbano, alcanzando a Siria donde 14 personas resultaron heridas por explosiones de bíperes utilizados por Hezbolá, según reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Las autoridades de salud libanesas confirmaron que las explosiones dejaron al menos nueve fallecidos y alrededor de 2,750 heridos, con la mayoría presentando heridas en áreas como el rostro, las manos, el vientre e incluso los ojos.

El Hezbolá, junto con Hamás, acusaron a Israel de ser responsables de esta «agresión criminal», prometiendo que recibirán su merecido castigo. Hamás denunció la acción como una «agresión terrorista sionista», que no distingue entre combatientes de la resistencia y civiles. Una fuente cercana al Hezbolá reveló que cientos de miembros resultaron heridos por la explosión simultánea de sus bíperes en distintas zonas del país.

La extensión de la violencia a la frontera con Líbano por parte de Israel llega en un momento de tensión creciente en la región, con la guerra en Gaza desencadenando enfrentamientos en distintos territorios. La lucha entre el ejército israelí y Hezbolá ha obligado a decenas de miles de civiles a desplazarse, generando un escenario de confrontación constante.

La respuesta internacional no se ha hecho esperar, con el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, planeando viajar a Egipto para discutir una propuesta de alto el fuego en Gaza y la liberación de rehenes. Mientras tanto, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borell, instó a presionar a Israel para lograr una tregua en la región.

La escalada de violencia en Gaza también ha impactado en Cisjordania, un territorio palestino ocupado por Israel desde 1967. La ONU ha debatido un proyecto de resolución palestino para poner fin a la presencia ilícita de Israel en los territorios palestinos en un plazo máximo de doce meses, generando un intenso rechazo por parte de Israel.

En medio de esta crisis humanitaria y política, la comunidad internacional busca soluciones para detener la violencia y restaurar la paz en la región. Mientras tanto, Líbano enfrenta una dura realidad marcada por la tragedia de las explosiones de bíperes y la incertidumbre sobre lo que deparará el futuro en medio de un conflicto cada vez más complejo y devastador.