Despedida de Jimmy Carter en su ciudad natal: un adiós emotivo y esperado

En Plains, la pequeña ciudad natal de Jimmy Carter en Georgia, los residentes se preparaban para decir adiós al expresidente después de casi dos años en cuidados paliativos. La muerte del líder a los 100 años se sentía triste, pero también evocaba gratos recuerdos para quienes lo conocieron personalmente.

Un legado humanitario que perdura

Los habitantes de esta aldea rural de unos 600 habitantes consideran que Carter siempre será parte de su comunidad. Kelly Kight, nativa de Plains, recordaba al nobel de la Paz por su labor humanitaria y su impacto en la ciudad. Desde que Carter ingresó en cuidados paliativos, la comunidad se mantuvo en un juego de espera, reflexionando sobre su legado.

El recuerdo de un hombre excepcional

Kimberly Franklin, una enfermera local, compartía su tristeza por la pérdida de Carter, a quien describía como un “tipo increíble”. La conexión personal con el expresidente era común entre los residentes de Plains, recordando su gentileza y compromiso con la comunidad. Johnny Jones, un militar retirado, destacaba la influencia positiva de Carter en la ciudad y el respeto que le tenía.

Jimmy Carter, desde su humilde origen como agricultor de maní hasta convertirse en el 39º presidente de Estados Unidos, dejó una huella imborrable en Plains. Su funeral será un tributo a su vida, con una parada en su granja de la infancia antes de regresar a su ciudad natal para el entierro.

Un adiós emotivo y agridulce

La partida de Jimmy Carter marca el fin de una era para Plains, una comunidad que lo vio crecer y triunfar. Su legado humanitario y su carácter excepcional perdurarán en la memoria de quienes lo conocieron. En medio del dolor por su pérdida, Plains se despide de un héroe local que impactó al mundo con su dedicación y servicio desinteresado.