Revolución palaciega en la Asamblea. Este martes 21 de noviembre, por primera vez en cuatro años, la sesión de preguntas con el gobierno duró sólo una hora y quince minutos (veintidós en realidad) frente a las dos horas habituales. Por qué ? Para frenar la pérdida de interés entre los parlamentarios y los espectadores en el ejercicio.
Desde 2019, la única sesión del “QAG” incluyó 28 preguntas dirigidas por parlamentarios a ministros durante dos largas horas. A partir de ahora sólo 18 oradores podrán interrogar a los ministros presentes, es decir, una pregunta menos por grupo. Sin embargo, no hay que pensar que la Cámara Baja está amordazada. Este miércoles, cambio en las reglas del juego, un diputado de cada grupo hará una pregunta para una segunda sesión de 45 minutos. Una vuelta a dos sesiones semanales para revitalizar un ejercicio que poco a poco se ha vuelto aburrido.
El ejercicio «QAG», un raro foco mediático para los parlamentarios, fue creado en 1974 según los deseos del presidente Giscard d’Estaing. Durante estas sesiones, los inquilinos de Borbón pueden ejercer su misión de controlar el poder ejecutivo. Entre 1995 y 2019 se realizaron dos sesiones semanales de una hora de duración los martes y miércoles en el hemiciclo.
Durante su ascenso a la presidencia, Richard Ferrand expresó su deseo de fusionar estas dos sesiones en una sola, el martes por la tarde de 15 a 17 horas. Cuatro años de debates soporíferos después, la Asamblea da marcha atrás y regresa al menos hasta mediados de febrero a una fórmula muy similar.
El presidente del Grupo Comunista (RDA), André Chassaigne, que se opuso a la eliminación de la sesión del miércoles, considera la nueva fórmula «un mal menor» y, por tanto, la apoyó. Este formato neoclásico permite a los diputados interrogar al gobierno el miércoles, después del Consejo de Ministros.
Sin embargo, este gran cambio en la organización legislativa no está exento de imperfecciones. ¡Esta nueva sesión dejará sólo 15 minutos para que los ministros lleguen al Senado donde tendrán que realizar el mismo ejercicio! Sin duda, son de esperar los convoyes giratorios de luces intermitentes entre Borbón y el Palacio de Luxemburgo.