La buena vena de Randall Atkins. Cuando en 2012, este exbanquero de Wall Street compró la antigua mina de carbón Brooke en Sheridan, Wyoming, por dos millones de dólares, estaba muy lejos de imaginar el tesoro que aún contenía. Para él, sólo deben quedar unas pocas reservas que puedan ser explotadas por su empresa Ramaco Resources, especializada en carbón metalúrgico.

Esto sin contar las encuestas realizadas por científicos del Laboratorio Nacional de Tecnología y Energía (NETL). Gracias a su modelo que combina datos e inteligencia artificial, los investigadores pueden detectar depósitos de tierras raras y minerales críticos en sitios no convencionales, como los depósitos de carbón. Los estudios realizados en la mina Brooke resultaron gratamente sorprendentes.

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La mina Randall Atkins puede ser el depósito de tierras raras no convencionales más grande de Estados Unidos. Las tierras raras son una familia de metales que se utilizan en la composición de semiconductores y, por tanto, permiten producir baterías eléctricas, misiles e incluso turbinas eólicas marinas. Por lo tanto, a los precios actuales, la mina podría valer 37 mil millones de dólares, informa el Wall Street Journal. Si la minería continúa, el sitio de Ramaco Resources se convertiría en la primera mina de tierras raras descubierta en los Estados Unidos desde 1962.

Según las estimaciones, en el sitio de Ramaco Resources podrían haber 1,1 millones de toneladas de óxidos de tierras raras. Una cantidad gigantesca por tanto. Porque al otro lado del Atlántico, el consumo anual de óxidos de tierras raras asciende a casi 8.300 toneladas, según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos. Sin embargo, explotar esta ganancia inesperada requerirá considerables recursos o asociaciones por parte de Ramaco Resources, que actualmente sólo está valorada en 600 millones de dólares.

Según se informa, la mina Brooke contiene neodimio, praseodimio, disprosio y terbio. El descubrimiento de estos metales podría permitir a Estados Unidos ponerse al día en la carrera por las tierras raras, dominada por China. Beijing ha frenado recientemente las exportaciones de galio y germanio. Una medida percibida contra la respuesta a las restricciones estadounidenses introducidas por la Ley de Reducción de la Inflación (IRA).