Una actualización necesaria que, no obstante, podría tener graves consecuencias en la programación de vuelos. Lanzado hace varios años y puesto en servicio de forma escalonada desde 2022, la modernización técnica del sistema de navegación aérea francés continúa en 2024. Este miércoles 8 de noviembre, entre el 9 de enero y el 14 de febrero, después de los Juegos Olímpicos, deberán realizarse varias fases de prueba. por lo tanto, para implementar el software 4-Flight. Un sistema de “nueva generación” para el control del tráfico aéreo en ruta, diseñado por el Departamento de Servicios de Navegación Aérea (DSNA) en colaboración con la empresa industrial Thales y con equipos de Defensa, que debería instalarse definitivamente en otoño de 2018. -Centro de rutas (CNRA) de Athis-Mons, el mayor del país, confirma el grupo ADP.
La puesta en servicio del 4-Flight ya se había iniciado en junio de 2022 en el centro de control de Reims (CRNA Est), el “lugar piloto del programa”, luego en el de Aix. Según fuentes aeroportuarias, ahora deberá ampliarse a los cinco centros de ruta franceses. Una pequeña revolución que “forma parte de una ambiciosa modernización tecnológica de nuestros sistemas, que se ha vuelto crucial”, aseguró entonces Florian Guillermet, director de servicios de navegación aérea del Ministerio de Transición Ecológica, quien luego mencionó “un esfuerzo sin precedentes en términos de inversión. Para este ingeniero, este software “ofrece funcionalidades innovadoras que promueven una gestión más eficiente del tráfico aéreo”.
Un gran paso adelante, que no deja de tener consecuencias para el tráfico aéreo, ya que se ha pedido a las compañías aéreas que reduzcan su oferta durante estas diferentes fases de prueba, en particular la prevista a partir de enero. En concreto, todas las compañías aéreas que operan en el sector central de Athis-Mons, que gestiona el control del tráfico aéreo de todos los vuelos con origen y destino en París (aeropuertos de Roissy, Orly y Beauvais), tendrán que reducir el número de sus vuelos en aproximadamente un 20%. durante este período. En total, se cancelarán nada menos que 16.500 vuelos, de los cuales 4.379 sólo de Air France, según información de Cohor (la asociación para la coordinación de horarios) citada por Écho Touristique y confirmada por Le Figaro.
«Estamos en una fase en la que se pide a las compañías aéreas que presenten propuestas para reducir sus programas de forma voluntaria en un período que tradicionalmente no es el más activo», confirma Laurent Timsit, delegado general de la Fnam (Federación Nacional de Aviación y sus Profesiones). Por principio, según él, “las empresas generalmente prefieren mantener sus operaciones de larga distancia, sabiendo que la mayoría de los vuelos son de corta y media distancia”. Aunque las compañías aéreas no tienen obligación legal de realizar esta reducción, tienen todo el interés en hacerlo. Para Fnam, se trata en realidad de un “proceso concertado (…) en interés colectivo”.
Un tema sobre el que el senador de Seine-Saint-Denis, Vincent Capo-Canellas, ha trabajado intensamente, instando a las autoridades a ponerse al día en este asunto. En este sentido, este gran programa de modernización del sistema de gestión del tráfico aéreo francés, iniciado en 2011, es una de las soluciones propuestas. Pero su implementación está retrasada. «Aunque iba a ser desplegado ya en 2015, 4-Flight sólo se puso en servicio en dos de cinco centros en 2022 y no debería estar plenamente desplegado hasta 2026, después de más de 10 años de retraso», afirmó en un informe. Contactado, el funcionario electo asegura que “Francia es el campeón europeo del retraso” en esta cuestión. “Somos los últimos en tener un sistema de control del tráfico aéreo tan antiguo”, explica, poniendo el ejemplo de la “tira” que todavía se utiliza para imprimir la información de un plan de vuelo. Estos papeles semirrígidos que todavía sirven como soporte de trabajo para los controladores aéreos.
«Se trata de un software muy antiguo, diseñado en los años 1970», confirma Laurent Timsit, de Fnam, para quien «desarrollar el sistema de navegación aérea» se ha convertido en «una obligación». «Francia llega hoy muy tarde (…) este nuevo sistema debería permitir aumentar las capacidades aeroportuarias y reducir los retrasos», continúa el especialista, asegurando que las fases de prueba sin duda «generarían algunas limitaciones a los operadores», pero que era “en interés de todos”. “Una inversión de futuro”.
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En un informe de junio de 2018, Vincent Capo-Canellas ya había “elaborado la alarmante constatación del retraso tecnológico del control aéreo francés”, que se había convertido, según él, en “el enfermo de Europa”, con “20 años detrás de sus homólogos” y “el principal generador de retrasos en el continente”. Por lo tanto, según él, es bueno que el proceso finalmente se haya iniciado. Francia está «extremadamente atrasada en la capacidad de controlar un importante programa de vuelos», así como en los aspectos medioambientales. Gracias a la “mejora de las trayectorias” que favorece las “vías rectas”, el senador calcula que esta modernización “debería permitir reducir las emisiones de CO2 entre un 8 y un 10%”.
Un “tema importante” que no debe perderse según el especialista. En este sentido, considera “lógico pedir a las compañías aéreas, en este momento, que adapten sus horarios de vuelos”. «Creo que las empresas lo entienden (…) y es mejor que tenga lugar en pleno invierno, en lugar de justo antes de la temporada de verano y de los Juegos Olímpicos», añade. Interrogada a este respecto, Air France confirmó que se vio «obligada a cancelar determinados vuelos de corta y media distancia durante este período». “A los clientes interesados se les notifica directamente con la propuesta de cambiar automáticamente a otro vuelo disponible”, especifica la famosa compañía aérea, sin proporcionar más información sobre la lista de vuelos en cuestión.