En 2019, se encontró un pequeño cuadro de madera en la cocina de un nonagenario. Durante el inventario de la mercancía, los expertos del gabinete Turquin entendieron que se trataba de La irrisión de Cristo de Cimabue, venerado maestro florentino, considerado por los historiadores del arte como la figura principal del prerrenacimiento italiano. Hoy, cinco años después, después de muchas aventuras, incluida una subasta a un coleccionista privado que culminó con 24 millones de euros, el Louvre acaba de anunciar la adquisición de esta obra extremadamente rara, que se convierte así en la más antigua de la colección dedicada al prerrenacimiento. . Y para los comisarios, este hito imprescindible nos permitirá comprender mejor la evolución de la pintura occidental.

La entrada de La burla de Cristo, – también titulada El Cristo burlado -, entusiasma a Laurence des Cars, presidente y director del Louvre: “Poder anunciar la adquisición de estas dos obras excepcionales es una gran alegría para mí. En primer lugar, porque La Mérision du Christ de Cimabue constituye un hito crucial en la historia del arte, marcando la fascinante transición del icono a la pintura. Próximamente se presentará junto a la Maestà, otra obra maestra de Cimabue perteneciente a las colecciones del Louvre y cuya restauración continúa actualmente. Juntos, los dos cuadros serán objeto de una exposición en un evento en la primavera de 2025.

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La historia del redescubrimiento de esta obra maestra de Cimabue, el tercer eslabón perdido de uno de los ocho paneles de un gran díptico pintado hacia 1280, es bastante increíble. Encontrado en la cocina de una casa de Compiègne, destinado a la chatarra antes de la tasación porque se consideró erróneamente de poco valor, finalmente fue examinado por Éric Turquin, el experto en el famoso y presunto Caravaggio, entonces muy publicitado.

Finalmente autentificada, La Dérision du Christ se estimó inicialmente en entre 4 y 6 millones de euros. Luego, el cuadro fue subastado en Senlis por la suma récord de 24 millones a un comprador privado. Se convierte así en “el octavo cuadro antiguo más caro vendido en el mundo”.

Ante la importancia artística y sobre todo histórica de este testimonio de los inicios del Renacimiento, el Ministerio de Cultura, a finales de 2019, decidió clasificar la obra como tesoro nacional durante treinta meses. Hoy, con su admisión en el Louvre y su exposición en 2025, este trabajo de conservación ha dado sus frutos. Así, los visitantes del Louvre podrán admirarlo dentro de unos meses y comprender cómo Cimabue abrió el camino a Giotto y sus discípulos.