Los Bleus con la frente en alto. A pesar de su nueva derrota, la decimotercera consecutiva, contra Inglaterra, las francesas ofrecieron una magnífica segunda parte ante los 27.000 espectadores presentes en el estadio de Burdeos. Es una lástima, simplemente, que antes haya habido un primer acto en el que Francia sufrió demasiado defensivamente para poder poner en duda a la máquina inglesa, que este sábado firmó su sexta coronación consecutiva en el Seis Naciones, con un sexto Gran golpe seguido.
Claramente en desventaja en el descanso (14-35), los azules, con orgullo, y aunque reducidos a 14 por la tarjeta amarilla, transformados en roja, de Khalfaoui en el minuto 46, dominaron la segunda parte. Sin conseguir durante muchos minutos encontrar la apertura ante la sólida defensa inglesa, antes de que Ménager recompensara a los suyos a diez minutos del final (21-35, 71). Pero los jugadores del Rose no tuvieron dudas y dieron el golpe cuatro minutos después (21-42).
Inglaterra marcó la diferencia en los primeros 40 minutos con cinco tries anotados, como perlas ensartadas en un magnífico collar. Del lado francés, sólo Vernier (18.º) y Ménager (27.º) habrán conseguido aplastar la portería contraria. Demasiado poco para privar al XV de la Rosa de una nueva corona.