Le Figaro Lyon

El martes 17 de octubre, tres jóvenes cisnes fueron arrojados al agua del Ródano desde el puente del ferrocarril de la estación de Perrache en Lyon. Ya heridos tras chocar contra las catenarias de un tren, los pájaros chocaron violentamente contra el agua del Ródano, según varios testigos que describieron el sonido «de algo estrellándose contra una losa de hormigón». «Los tres presentan un complejo conjunto de fracturas en las alas», explica Pascal Tavernier, presidente de la asociación L’hirondelle, un centro de atención a los animales salvajes. Y agregó: “Debes saber que el cisne tiene una inercia real en el vuelo. Entonces, en caso de apuro, puedo aceptar que alguien pueda pensar que es un pájaro y que se va a ir volando. Pero cuando el primero falla, no desechamos el segundo ni el tercero. Allí el impacto debió ser monumental dadas las fracturas que tuvimos, uno de los tres literalmente tenía los huesos en pedazos”.

Advertida por los transeúntes y la policía municipal, la asociación L’Hirondelle acusó a los agentes de la SNCF. “Sin embargo, saben qué hacer cuando hay un cisne cerca o en las vías y saben cómo contactarnos cuando quieran. Sólo en el último año intervinimos siete veces a cisnes que se quedaron atrapados en el puente del ferrocarril. A pesar de nuestras intervenciones periódicas, nos informaron que las instrucciones dadas por la jerarquía de la SNCF eran que los cisnes presentes en el puente no debían perturbar el tráfico, incluso si esto significaba que los trenes, que circulan por aquí a muy baja velocidad, los chocarían”. lamentó la asociación en una publicación de Facebook.

Rápidamente, la SNCF se puso en contacto con la asociación, que estaba considerando presentar una denuncia -el cisne es una especie protegida y su destrucción se castiga con 2 años de prisión y 150.000 euros de multa- para que esto no volviera a suceder. En un comunicado enviado a Le Figaro, la compañía ferroviaria aseguró que “el bienestar animal y la protección de la biodiversidad son cuestiones muy importantes para SNCF Réseau. Inmediatamente iniciamos una investigación cuando la asociación L’Hirondelle nos informó de este lamentable incidente a finales de la semana pasada. Si lo que se informa es cierto, estos hechos no se corresponden en absoluto con lo que defendemos y haremos lo que sea necesario para garantizar que esto no vuelva a suceder.

Una reacción confirmada por Pascal Tavernier, que también asegura que el miércoles se celebrará una reunión sobre el tema con la SNCF: “Nuestro objetivo no es ajustar cuentas con ellos, sino alertarlos. Nos pidieron disculpas. A nuestro nivel, si la SNCF reacciona seriamente, no habrá acciones legales. Sin eso, entonces sí habrá denuncia”. En cuanto a los cisnes, probablemente dos de ellos deberían ser operados dentro de una semana, pero sus posibilidades de volver a volar son «bajas», concluye la asociación.