La factura es elevada para este automovilista belga. Durante un control policial realizado este miércoles en colaboración con la aduana en el sur de Limburgo, Bélgica, el conductor de un vehículo vio revelado al público el importe de las multas pendientes de pago. En total, eran nada menos que 6.238.607 millones de euros los que el particular debía a la justicia belga, según información del canal de noticias RTL Info. Como era de esperar, el hombre no pudo pagar la cantidad exigida y tuvo que entregar su vehículo, que fue confiscado por la policía.

Para evitar cualquier error, los servicios federales belgas de Justicia y Finanzas llevaron a cabo una verificación de la multa. “Hemos comprobado que no se ha producido ningún error de entrada”, explicó a nuestros colegas de RTL Info Florence Angelici, portavoz de Finanzas del FPS. Es una cantidad correcta”. El vehículo fue confiscado por los tribunales.

Al no haberse comunicado la naturaleza de los delitos cometidos, resulta difícil saber cómo se pudo llegar a tal cifra. Para Philippe Zevenne, abogado penalista entrevistado por RTL Info, las infracciones de tráfico deberían quedar excluidas, ya que se necesitarían unas 2.000 personas para explicar la multa de 6 millones de euros. Por otro lado, se podrían considerar las comparecencias ante los tribunales penales, “en particular multas en casos de trata de personas, donde las multas suelen ser muy elevadas porque se multiplican por el número de víctimas”, explica el abogado. “En casos de narcotráfico también”, añade.

En cuanto a la libre acumulación de multas impagas, la explicación sigue siendo bastante vaga. Después de la responsabilidad del Ministerio de Finanzas, se menciona la de los alguaciles belgas. “Puede haber embargos de salarios, de bienes inmuebles”, explica Philippe Zevenne, “pero cuando no tienen nada, no sabemos cómo firmar una piedra, así que en algún momento se detiene”.