Nuevo gran contrato para Thales en el sector naval militar. El grupo de defensa francés anunció esta mañana la firma de un pedido a Polonia por valor de 400 millones de euros para su marina. Thales suministrará el sistema de combate, así como los sonares y sensores (ojos y oídos) de las tres nuevas fragatas polacas, encargadas en marzo de 2022 al fabricante británico Babcock. Los barcos construidos para Polonia comparten un diseño común con las fragatas británicas T31, también equipadas por Thales.

En detalle, las filiales inglesa y holandesa de Thales proporcionarán al ejército polaco el sistema de gestión de combate denominado TACTICOS, conjuntos de sonares (el sistema de casco BlueHunter y el Captas-2 remolcado), radares de vigilancia aérea y control de tiro, así como sensores infrarrojos de 360°. Fragatas clase Miecznik de la Armada. El primer buque entrará en servicio activo en 2029. Estas fragatas son barcos multimisión, particularmente para asegurar rutas de comunicación marítima e infraestructura crítica. «Aumentarán significativamente las capacidades de la Armada polaca y constituirán una importante contribución de Polonia dentro de la Alianza Atlántica (OTAN)», subraya Thales.

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Este contrato surge del acuerdo de cooperación estratégica firmado en 2022 por Thales con el consorcio polaco PGZ-Miecznik. Y, en términos más generales, la asociación estratégica establecida entre Polonia y el Reino Unido, dos países especialmente comprometidos a apoyar a Kiev frente a la agresión de Moscú. (Varsovia y Kiev están trabajando para poner fin a la “crisis de los cereales” que llevó a Polonia a suspender sus entregas de armas a Ucrania a finales de septiembre).

Para Thales, “se trata de un éxito considerable, logrado con el apoyo del gobierno británico. Continuaremos nuestra relación histórica con Polonia en el futuro, lo que beneficiará plenamente a ambas naciones”, afirmó Alex Cresswell, director ejecutivo de Thales en el Reino Unido. El grupo francés, líder en operaciones navales militares, equipa ya a más de 50 armadas en todo el mundo con sus sistemas de defensa antiaérea, guerra de superficie o antisubmarina, seguridad marítima y protección.

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En cuanto a Polonia, país vecino de Ucrania, continúa su rearme a gran velocidad. Con la ambición de crear el primer ejército de la Unión Europea. Desde la invasión de Crimea en 2014, ya ha dedicado más del 2% de su PIB a la defensa (que es el estándar de la OTAN). El año pasado, Varsovia anunció que se proponía alcanzar el 4% del PIB con un presupuesto de casi 29.000 millones de euros al año a corto plazo, frente a 20.500 millones en 2023 (y 12.000 millones en 2022). Lo que convertiría a Polonia en el país líder en términos de gasto de la OTAN, según varios observadores. Francia, por ejemplo, ha dedicado el 1,9% de su riqueza nacional a la defensa en 2022.