Obligar a los sitios pornográficos a verificar efectivamente la edad de sus usuarios. Esta es una de las medidas del proyecto de ley “destinado a asegurar y regular el espacio digital” que llega a la Asamblea Nacional este miércoles 4 de octubre. Adoptado por el Senado, el artículo 1 del texto obliga a la Autoridad Reguladora de la Comunicación Audiovisual y Digital (Arcom) a “garantizar que los contenidos pornográficos publicados en línea no sean accesibles a menores” y garantizar que “los editores de dichos servicios verifiquen primero la edad de sus usuarios”.
Esta medida parece más necesaria que nunca, ya que los jóvenes se enfrentan cada vez más a contenidos pornográficos. Según el escalofriante informe del Alto Comité de Ética (HCE) publicado el 27 de septiembre, el 51% de los niños de 12 años son aficionados, con una edad de primera exposición, a menudo involuntaria, a partir de los 10 años. Pero en el pasado, algunos países extranjeros han tenido problemas con la implementación efectiva de tal medida.
En 2019, el Reino Unido abandonó un proyecto de ley que habría exigido a los usuarios de Internet demostrar su edad para visitar un sitio porno. YouPorn y otros Pornhub se habrían visto obligados a verificar la edad de sus usuarios solicitando una copia de su documento de identidad. Este “bloqueo de la pornografía” debía entrar en vigor en 2018. Pero los riesgos que planteaba para la vida privada de los británicos (filtraciones de datos, piratería informática) y las dificultades técnicas para su creación se impusieron. Al igual que la facilidad de omitir este dispositivo a través de una red privada. Finalmente, los contenidos pornográficos distribuidos en las redes sociales no se vieron afectados por esta ley. En cambio, el gobierno ha impuesto un “deber de vigilancia” en los sitios.
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Al otro lado del mundo, Australia también decidió no aplicar tal medida el pasado mes de agosto. También en este caso debido a preocupaciones relacionadas con la protección de la privacidad de los usuarios de Internet y a la falta de soluciones técnicas adecuadas. El gobierno prefirió centrarse en la educación y la pedagogía, en particular animando a los padres a instalar software de control parental.
Más recientemente, en Estados Unidos, el tribunal federal de Texas suspendió una ley del mismo tipo que quería el gobernador conservador Greg Abbot, por considerarla inconstitucional. Al igual que Texas, otros estados del país (Arkansas, Utah, Arizona, etc.) han adoptado textos que ordenan los sitios pornográficos para controlar la edad de sus usuarios. Este es el caso de Luisiana, donde, desde el 1 de enero de 2023, una ley exige la prueba de la mayoría a través de un intermediario. Pero, nuevamente, simplemente usar una VPN y ubicarse en otro estado puede eludir la ley.
«Hay que tener cuidado con las comparaciones con países extranjeros», afirma el diputado del Renacimiento Paul Midy, relator general del proyecto de ley. Ningún país ha probado aún el camino que proponemos”. La idea, en Francia, es instaurar un sistema de doble anonimato. El internauta se identificará ante un tercero que enviará al sitio un certificado de mayoría. Este tercero de confianza no sabrá qué tipo de plataforma está consultando el usuario y la plataforma no conocerá la identidad de este último. “Sólo funcionará si hay una limitación”, explica el diputado. Arcom podrá desreferenciar y bloquear sitios que no cumplan con esta medida”.
En Francia, la ley de 2020 ya exige que los sitios pornográficos controlen la edad de los consumidores. Pero es ineficaz: el usuario basta con afirmar, haciendo clic en un botón, que tiene 18 años. ¿Será efectiva la nueva legislación? Para las asociaciones, la obligación impuesta al Estado de establecer un sistema técnico de referencia sobre el control de la edad y de facilitarlo a X sitios es una mala idea. “Apenas se publique cuando ya quedará obsoleto. Este marco de referencia nos lleva directamente a la pared. Este texto es inaplicable de principio a fin”, opina Thomas Rohmer, director y fundador del Observatorio de Paternidad y Educación Digital (Open), para quien la autenticación mediante tarjeta de crédito es una mejor solución. “Australia e Inglaterra han tirado la toalla. ¿Por qué no tener en cuenta sus experiencias?”, concluye.