Después de 146 días de huelga, el sindicato único de guionistas de cine y series ha llegado a un acuerdo con los estudios de cine y televisión estadounidenses. Los términos del acuerdo aún no se han hecho públicos, pero se espera que pronto surjan detalles, ya que el documento firmado por el Writers Guild of America (WGA) ahora debe ser adoptado por votación de los 11.500 miembros de la organización.
Mientras los estudios se ven debilitados por la caída de las audiencias televisivas y la saturación del mercado del vídeo bajo demanda, el gremio de guionistas reclamó mejores condiciones laborales en tres ámbitos: la participación en los beneficios del éxito de películas y series, la garantía de contratación un número mínimo de guionistas para la duración total de las producciones y garantiza que el uso creciente de la inteligencia artificial no sustituya sus funciones. La WGA afirma haber obtenido un contrato “excepcional” con “avances y protecciones reales”.
El trabajo de los guionistas sólo se reanudará tras la ratificación del contrato de tres años. La esperanza de los productores es que el inminente fin de la larga huelga acelere las negociaciones que pondrán fin a la otra huelga que paraliza Hollywood: la del sindicato de 150.000 actores que comenzó el 14 de julio.
Cinco días consecutivos de regateos que involucran directamente a los patrones más poderosos de Hollywood han permitido superar el impasse que suspende la producción de películas y series estadounidenses desde principios de mayo. David Zaslav, jefe de Warner Bros. Discovery, Bob Iger, su homólogo de Disney, Ted Sarandos de Netflix y Donna Langley, directora de NBCUniversal, criticados por la WGA por sus remuneraciones consideradas astronómicas, mientras que la mayoría de los guionistas disfrutan de un nivel de vida modesto, se habían fijado como fecha el domingo. , antes de la festividad de Yom Kipur, para llegar a un acuerdo.
Se estima que serán necesarios dos meses, desde la ratificación del contrato, para que la producción se reanude con normalidad. Miles de personas, no huelguistas, afectadas por la huelga están particularmente impacientes. Estos incluyen a los operadores, diseñadores de vestuario, proveedores de catering y diseñadores de iluminación que pueblan la industria de Hollywood. Las pérdidas colaterales causadas por este conflicto social en California, pero también en otros estados esenciales para el rodaje como Nuevo México, Georgia y Nueva York, se estiman en al menos 5 mil millones de dólares.
El nuevo tema de la aparición de la inteligencia artificial complicó la negociación. Los guionistas temen que los estudios les presenten guiones ya escritos mediante sofisticados programas informáticos. Su papel sería únicamente el de revisar estos documentos y mejorarlos. También exigieron que sus trabajos ya realizados no pudieran utilizarse para programar ordenadores (machine learning) para reproducir series y películas.
Además, uno de los escollos de la negociación fue la forma en que los estudios y sus plataformas de streaming compartirían sus mediciones de popularidad de la serie. Sin normas claras sobre esta cuestión, resulta imposible calcular los beneficios generados por la producción, distribución y sindicación de contenidos. Por su parte, los estudios argumentaron que el riesgo económico de financiar una película o serie es enorme. El frecuente fracaso de las producciones a la hora de entusiasmar al público provoca grandes pérdidas para los estudios, mientras que los guionistas no sufren las consecuencias directas.