La carta que François Villeroy de Galhau dirige cada año al Presidente de la República y a los Presidentes del Senado y de la Asamblea Nacional, publicada el domingo por la noche, coincide esta vez con el 25º aniversario de la Unión Monetaria y con las elecciones europeas de junio. Si las dos ediciones anteriores estuvieron dedicadas a la inflación, ésta se titula: “Francia y Europa: de la gestión de la crisis a una ambición a más largo plazo”.
Si bien el crecimiento acumulado del PIB per cápita en la zona euro ha sido del 25% desde 1999, frente al 38% en Estados Unidos, el gobernador cree que para compensar este retraso ahora debemos «tener éxito en las transformaciones del futuro». ”, en términos de empleo y transiciones digitales y climáticas.
Para ello, es necesario controlar los déficits y la deuda pública, lo que «es esencial ante todo para Francia», subraya, siendo este último uno de los estudiantes pobres de la UE con un déficit que aumentó hasta el 5,5% del PIB el año pasado. Pero es «toda Europa» la que debe «recrear márgenes para financiar gastos adicionales» vinculados a las transformaciones o a la defensa, según el gobernador.
«Con esta condición, la creación de una capacidad presupuestaria común sería un activo adicional para los europeos», argumenta, y recomienda «profundizar el mercado único para intentar hacerlo tan atractivo como el mercado americano».
En este sentido, acoge con satisfacción el informe presentado la semana pasada en la cumbre europea por el ex Primer Ministro italiano Enrico Letta, que podría hacer que Europa «gane varios puntos de crecimiento», en particular mediante su recomendación de movilizar los 300 mil millones de excedentes anuales de ahorro privado europeo para Financiar inversiones verdes y digitales. “Francia y Europa dudan hoy de su futuro económico”, pero “la autoflagelación y el sálvese quien pueda no son en modo alguno vectores de dinamismo económico”, advierte el gobernador.
Sobre todo porque la “acción creíble” de los bancos centrales durante la crisis inflacionaria favoreció “un aterrizaje suave” de la economía, pronto reforzado, subraya desde hace varias semanas, por un primer recorte de tipos en el BCE en junio. Salvo nuevos shocks geopolíticos, “en 2025 la inflación debería volver al 2% y marcar la reanudación del crecimiento, tanto en Francia como en Europa”, estima.
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En una entrevista con Les Echos publicada el domingo por la noche, François Villeroy de Galhau señala que “el problema específico de Francia es que el mismo modelo social – en el que creo – nos cuesta mucho más que a otros países europeos”. El objetivo, según él, «debería ser estabilizar finalmente el volumen del gasto público», un esfuerzo que podría verse favorecido por la «flexibilización monetaria» que se avecina. Está a la espera de ver “la composición” de los planes de ahorro anunciados por el Gobierno para 2024 y 2025. “Buenas elecciones cualitativas pueden limitar el efecto restrictivo sobre la actividad”, cree.
Si bien el gobierno se niega a aumentar los impuestos generales para cubrir el déficit, el gobernador cree que, de hecho, «la fiscalidad no es un elemento central de la solución, pero no debe excluirse como complemento de las medidas fiscales específicas». Francia «no tiene medios para realizar nuevos recortes fiscales no financiados», declara, considerando que «es posible ampliar la base de ciertos impuestos sobre los hogares y las empresas, y revisar sin tabú ciertos «nichos».