El comité de Finanzas de la Asamblea Nacional debe examinar el miércoles un proyecto de ley destinado a aumentar el atractivo financiero de Francia. Su objetivo, en particular, es facilitar las salidas a bolsa o fomentar la celebración de juntas generales de accionistas a distancia. Presentado por el diputado renacentista Alexandre Holroyd (francés establecido fuera de Francia), el proyecto de ley debe ser aprobado en el Hemiciclo el 9 de abril y luego en el Senado el 14 de mayo.

El texto, que pretende “aumentar las capacidades de financiación desde Francia y facilitar la financiación a través del mercado”, incluye catorce artículos e implica ajustes a la legislación francesa. Una de las medidas que se presentará tiene como objetivo, por ejemplo, facilitar las salidas a bolsa fomentando el desarrollo de acciones con múltiples derechos de voto. Este mecanismo, común en Estados Unidos, permite a los fundadores de una empresa obtener capital manteniendo un mayor control que con las acciones ordinarias. Una segunda medida permitiría a los fondos de capital privado invertir en empresas cotizadas cuya capitalización alcance hasta los 500 millones de euros, frente a los 150 millones actuales.

Este sistema permitiría «incorporar (…) a este pool» de inversiones algo menos de un centenar de empresas europeas, que se sumarían a las 417 empresas con una capitalización inferior a 150 millones, detalla Alexandre Holroyd. Cinco años después de la ley Pacte, el texto del diputado Holroyd quiere «permitir a las empresas continuar su desarrollo gracias a la movilización de capitales de inversores franceses, europeos e internacionales», mientras el centro financiero europeo está en plena agitación en torno a la posible creación de un único mercado de capitales entre los 27.

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Además, desde el referéndum británico sobre el Brexit en 2016, numerosos actores financieros se han instalado en París, creando 7.000 puestos de trabajo directos e indirectos, según Bercy. Desde entonces, París se ha convertido también en el primer centro financiero europeo en términos de capitalización bursátil, y las autoridades francesas quieren consolidar este logro. «El desarrollo de las empresas y su financiación deben ir acompañados de una legislación francesa competitiva, que integre los últimos avances tecnológicos e internacionales», explica el diputado, que tiene al Reino Unido entre sus electores, en las palabras introductorias de su proyecto de ley.