Le Figaro Lyon
Guijarros de medio metro de largo metidos en los raíles del tranvía. La empresa Keolis sospecha de un acto malicioso detrás del descarrilamiento de un tren de la línea 7, ocurrido este miércoles por la tarde en el sector del Parc OL, en Décines-Charpieu, justo después del cruce con la T3. Se ha presentado una denuncia, según información de ActuLyon, confirmada a Le Figaro por la empresa que explota la red de transporte público de Lyon (TCL). Permitirá requisar las imágenes filmadas por las cámaras de videovigilancia presentes en los trenes, pero también alrededor de ellos. Imágenes que serán transmitidas a la policía de Lyon en el marco de la investigación.
El descarrilamiento se produjo en la parte trasera del tren, precisa Keolis, y no produjo ninguna sacudida significativa. Los dos pasajeros a bordo no resultaron heridos. Sin embargo, el tráfico tuvo que ser interrumpido durante varias horas, mientras se llamaba a una grúa para volver a colocar la máquina sobre los raíles. Una vez realizados los controles de seguridad, el tráfico se pudo reanudar al final de la noche.