«Perdón. Estoy bien”, aseguró Fernando Alonso a su equipo a primera hora de la tarde del sábado apenas unos segundos después de dejarse al volante de su Aston Martin. Más miedo que daño para el español en el trazado de Imola donde el domingo se disputará el Gran Premio de Emilia Romagna. El veterano de la parrilla perdió el control de su coche en el sector de Rivazza durante la tercera sesión de entrenamientos libres. Una salida de la pista que corre el riesgo de poner en aprietos a sus mecánicos porque si no se destruye, el coche podría sufrir graves daños.

Al final de la sesión ha sido el turno de Sergio Pérez de cometer un error con el Red Bull del campeón del mundo tras morder los bordillos. Al igual que Fernando Alonso, el accidente obligó a la dirección de carrera a detener la carrera y ondear banderas rojas.