Beijing denunció el miércoles las críticas occidentales a la nueva ley de seguridad en Hong Kong, acusando al gobierno británico de mostrar una “mentalidad colonizadora profundamente arraigada” y a la Unión Europea de hipocresía. El Consejo Legislativo de Hong Kong, antigua colonia británica antes de su entrega a China en 1997, votó el martes por unanimidad una nueva ley de seguridad nacional, que prevé la cadena perpetua para delitos como traición e insurrección. El texto, que entrará en vigor el 23 de marzo, complementa la ley de seguridad nacional impuesta por Pekín en el territorio en 2020 tras las importantes manifestaciones del año anterior a favor de la democracia en Hong Kong.

El jefe de la diplomacia británica, David Cameron, declaró que el texto “socavará aún más los derechos y libertades en la ciudad” y “socavará la implementación por parte de Hong Kong de sus obligaciones internacionales vinculantes” previstas durante la entrega. En respuesta, la Comisión de Asuntos Exteriores de China criticó al Reino Unido por ser «hipócrita y con doble rasero», en referencia a las propias leyes de seguridad nacional británicas, una de las cuales fue aprobada el año pasado.

«El Reino Unido ha hecho comentarios incendiarios e irresponsables sobre la situación en Hong Kong (…) esto se debe a una mentalidad colonizadora y predicadora profundamente arraigada», subrayó la comisaría de policía, que actúa como Ministerio de Asuntos Exteriores chinos en Hong Kong. Kong. «Instamos al Reino Unido a rectificar su posición, afrontar la realidad y abandonar la fantasía de continuar su influencia colonial en Hong Kong», continuó en un comunicado difundido el miércoles.

La oficina del comisionado emitió una respuesta separada a las críticas de la UE, que dijo que la nueva ley afectaría el «atractivo a largo plazo» del territorio como centro de negocios internacional. «Instamos a la UE a tener en cuenta el gran interés en la ley en Hong Kong y abandonar sus políticas hipócritas» y «prejuicios», dice el comunicado.

La nueva ley aprobada por el Parlamento local enumera cinco categorías de delitos además de los ya castigados por el texto de 2020: traición, insurrección, espionaje y robo de secretos de Estado, sabotaje que pone en peligro la seguridad nacional, sedición e «injerencia externa». La nueva ley, denominada «Artículo 23», tendrá como objetivo llenar los «vacíos» dejados por la legislación anterior, dijo el líder de Hong Kong, John Lee.

El Gobierno del territorio también afirmó que la creación de esta nueva ley era necesaria en virtud de la Ley Básica, la mini Constitución que rige la isla desde su entrega en 1997. La embajada china en Reino Unido aseguró que el texto “protege plenamente los derechos y libertades que disfrutan los residentes de Hong Kong” y acusó a Cameron de “distorsionar la realidad”.

Estados Unidos, Naciones Unidas y Japón también han criticado el artículo 23. El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Vedant Patel, afirmó el martes que Washington estaba «alarmado» por el contenido de la ley. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos, Volker Türk, calificó el texto y su adopción “apresurada” como “un paso atrás para la protección de los derechos humanos”. En cuanto a Japón, expresó su “gran preocupación por la aprobación (de la ley), que socavará aún más la confianza en el principio de “Un país, dos sistemas””, que supuestamente garantiza las libertades particulares de Hong Kong, incluidas las judiciales y autonomía legislativa respecto de China continental, lo que le ha valido su estatus de centro financiero mundial. Este principio heredado del acuerdo de traspaso debe extenderse hasta 2047.