“Todas las actrices, incluyéndome a mí, hemos sido molestadas por productores, agentes, directores. » Macha Méril no se anda con rodeos en una entrevista concedida a Le Parisien con motivo de la inauguración del festival de cine Otra Rusia. La actriz de 83 años se pronunció sobre el movimiento.

En el mundo del espectáculo, las actrices “han tenido que sufrir por culpa de los hombres”, afirma. “Y yo… Ya sabes, François Truffaut, tan respetado, no está exento de la lista de cineastas que han abusado de mujeres con fines poco honestos. No era azul-blanco. » La actriz, que no quiso hacerlo público, aún proporcionó algunos detalles. “No quiero hacer público lo que me pasó con él cuando era una joven actriz. E indefenso. Había actuado en una película de Godard, con quien tuvo una pelea hasta la muerte. Tenía que quitarle a la actriz. Estos juegos de poder deben terminar (…) Debemos darle a las mujeres las herramientas para defenderse, y no prometerles: si hacen eso, les daré otros roles. Esto es explotación. »

Invitada al programa C à vous, la actriz de la película Una mujer casada (1964) de Jean-Luc Godard piensa “que hay muchos directores que utilizan su poder porque estamos fascinados por la cámara y por el hombre detrás de ella. Él puede hacer lo que quiera, puede condicionar nuestra existencia, especialmente cuando tenemos 20 años. »

Durante el show, Macha Méril volvió a retomar su relación con uno de los padres de la Nueva Ola. “Hice un pequeño recorrido con François Truffaut. Tuvimos una pequeña historia que no duró porque me jugó una mala pasada que realmente no puedo contarte porque involucra a otras personas. Creo que François tuvo un romance con todas las actrices de todas sus películas. No era un gran amante. Un gran amante es aquel que honra el cuerpo de su pareja y que expresa un deseo. Él, si no hubiera sido director, no habría tenido a todas estas mujeres hermosas en sus brazos (…) No está bien, es feo”, juzga. “No quiero juzgar a los muertos, pero también podemos retroceder en la cadena y darnos cuenta de que ninguno de ellos era blanco y azul”, añade.

La comprometida actriz comparte, por tanto, la lucha de Judith Godrèche. Según ella, la actual liberación de expresión es “extraordinaria, las mujeres ya no somos las mismas”. Macha Méril no dejó de señalar que la lucha no es reciente: “Somos nosotros quienes cambiamos el mundo. Toda esta nueva generación no se da cuenta de la contribución que ha hecho mi generación. La pastilla es la gran cita. Cuando las mujeres se apropiaron de sus cuerpos, el mundo cambió. »