Los fabricantes agroalimentarios obtuvieron menos del 1% de aumento de precios durante las negociaciones comerciales anuales con los grandes minoristas, mientras que pedían un aumento medio del 4,5%, afirmó el martes el mediador del sector.

El Observatorio de Negociación Comercial (ONC) reúne a organizaciones profesionales que representan a los fabricantes (ANIA, FEEF, ILEC y LCA) y a las grandes marcas minoristas (FCD), bajo la dirección del mediador de relaciones comerciales agrícolas Thierry Dahan.

En su comunicado, indica que examinó los datos transmitidos por siete marcas y cuatro federaciones profesionales y validó los resultados agregados del tratamiento de estos datos. El Observatorio recuerda que las negociaciones comerciales anuales – “que afectan únicamente a los productos de marca nacional” – tuvieron lugar entre el 1 de diciembre de 2023 y el 31 de enero de 2024. Estas negociaciones anuales “siguen siendo igual de difíciles”, precisa.

“El aumento de precios solicitado por los fabricantes en sus condiciones generales de venta (CGV) de todos los sectores incluidos en el ámbito del estudio […] ascendió en promedio al 4,5%. Esta demanda fue muy inferior a las de 2022 y 2023 donde fue del 7,2% y 14% respectivamente”, se especifica. “Podemos considerar que el resultado general de las negociaciones de 2024 se puede resumir simplemente señalando que los precios de los contratos […] están aumentando ligeramente, con un aumento promedio de menos del 1%, a pesar de que observamos ligeras reducciones de precios para alimentos congelados y productos frescos no lácteos (embutidos, carnes, etc.) y ligeros aumentos para lácteos, abarrotes salados y dulces y bebidas”, detalla la nota de prensa.

A finales de enero, las negociaciones terminaron en un ambiente todavía tenso por el movimiento enojado de los agricultores preocupados por sus ingresos. Cada año se llevan a cabo negociaciones comerciales entre empresas agroalimentarias (desde pequeños productores de charcutería hasta gigantes Unilever, Nestlé o Coca-Cola) y sus clientes de supermercados (E.Leclerc, Carrefour, Intermarché o Système U). Deberán acordar las condiciones de venta de gran parte de los productos que se venden en los supermercados el resto del año.

De este modo se decide el precio de compra por parte de los supermercados a los fabricantes, el lugar asignado a los productos en los lineales y un posible calendario promocional. Las negociaciones normalmente terminan el 1 de marzo, pero fueron adelantadas este año por el gobierno, que esperaba que las reducciones de los precios mayoristas de ciertos alimentos se reflejaran más rápidamente en los estantes, después de un período de alta inflación.