El gobierno prevé eliminar las categorías A, B y C de la función pública, en el marco de la reforma del sector que deberá presentar en otoño, recordó el martes Stanislas Guerini. “Este es un tema que estoy poniendo sobre la mesa”, dijo el ministro de Transformación y Función Pública, en el canal Público Senado. “Hoy en día, las categorías muchas veces encierran a los funcionarios públicos, crean techos de cristal muy difíciles de romper”, aseguró. “Estoy a favor de introducir más (…) herramientas que permitan promover mejor la formación, valorizar mejor la experiencia adquirida para poder evolucionar más rápida y fácilmente”, insistió Stanislas Guerini.
Elemento estructurante de las carreras de 5,7 millones de funcionarios públicos, el sistema de categorías clasifica a los funcionarios públicos según su nivel de diploma. Se puede acceder a la categoría C, la peor pagada, sin diploma, con CAP, BEP o certificado universitario, a la categoría B con bachillerato y a la categoría A con nivel Bac 2 o Bac 3 según la rama de la función pública. Pero hoy en día muchos agentes están demasiado calificados para la categoría en la que trabajan.
El martes, Stanislas Guerini también se refirió a su deseo de facilitar los despidos en la función pública, una propuesta que suscita la ira de los sindicatos. “El respeto a las organizaciones sindicales significa no tener un proyecto oculto, significa poner los temas sobre la mesa. Prefiero que al principio discutamos un poco, que nos digamos cosas, luego que sigamos adelante”, asumió. “No es el trabajo para toda la vida (…) lo que estoy cuestionando. No hay redundancia económica en el servicio público y propongo mantenerlo”, añadió, antes de matizar: “el estatuto (de los funcionarios, ndr.) nunca ha dicho que no podamos despedir a un agente que no estaba haciendo su trabajo.»
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Otra propuesta controvertida: el aumento de la remuneración en función del mérito debe realizarse según criterios «definidos lo más cercanos posible al campo». «No corresponde al ministro definir el mismo indicador para todo el servicio público, debemos dejarlo en manos de los empresarios», afirmó Stanislas Guerini, al tiempo que reafirmó su intención de «crear planes de incentivos colectivos para poder recompensar mejor a los colectivos laborales». .”
En el pasado, el Ministro ya sugirió que se podría conceder una remuneración basada en el mérito en función de la calidad de un servicio público o de su capacidad para reducir su consumo de energía. Cuando se le preguntó el martes sobre las tensiones con los sindicatos, dijo que estaba haciendo «todo lo que estaba en su poder para crear las condiciones para una consulta transparente». “Debemos tener el coraje de modernizar el estatuto. Veo que muchos funcionarios públicos quieren trabajar diferente, para poder evolucionar más fácilmente”, concluyó.
En un comunicado de prensa publicado por la tarde, siete de los ocho sindicatos de la función pública insistieron en que no aceptarían «ningún cuestionamiento de las garantías legales que permiten el reconocimiento de las cualificaciones y del derecho a la carrera: categorías, grados, escalones». «Este proyecto legislativo, hasta donde sabemos, no responde a las necesidades de la Función Pública, de su personal, y toma orientaciones que, por el contrario, conducen a un retroceso», afirman la CGT, la CFDT, la Unsa , el FSU, Solidaires, la CFE-CGC y la FA-FP.