El alcalde y el vicepresidente de la comunidad urbana de Limoges, Emile Roger Lombertie (LR), así como dos de sus adjuntos, son objeto de una investigación preliminar, tras la presentación de una denuncia por acoso, supimos el viernes en el Parqué. L’ouverture de cette enquête fait suite à la plainte pour «harcèlement moral» déposée le 13 février par une ancienne directrice de la métropole et un cadre toujours en poste, qui rapportent également des faits présumés d’agression et harcèlement sexuels sur d’autres gente.
En su denuncia, los dos agentes denuncian «acoso institucionalizado» sin «intervención jerárquica a pesar de varias alertas», «ostracismo organizado», «maniobras de intimidación» así como la «creación de una situación intimidante con personas obscenas y tendenciosas». Los denunciantes también adjuntaron al expediente el informe de un excompañero del alcalde, que afirma haber sido víctima de agresión sexual.
Según la abogada de los dos agentes, Christelle Mazza, esta denuncia constituye «un informe en virtud del artículo 40 del procedimiento penal que exige que todo funcionario público que sea testigo de un delito o de una falta lo comunique al Ministerio Público». La fiscalía de Tulle, donde se instruyó el caso, anunció el viernes la apertura de una investigación preliminar, sin especificar los responsables.
«El alcalde y sus adjuntos toman nota de esta información sobre la que no quieren hacer ningún comentario», reaccionó el servicio de comunicación del ayuntamiento. Ya en 2015, las mujeres electas de la oposición municipal habían expresado públicamente su “hartazgo” de los comentarios “sistemáticamente sexualizados y sexistas” de Roger Lombertie y de algunos miembros de su equipo.
En su denuncia, Christelle Mazza había pedido un cambio de escenario en el caso “en aras de una buena administración de justicia”, siendo el propio fiscal de Limoges, Baptiste Porcher, acusado de comentarios sexistas hacia sus colaboradoras. El Ministerio de Justicia solicitó su traslado a principios de febrero.