Los funcionarios electos de Alabama adoptaron el jueves 29 de febrero leyes destinadas a proteger la fertilización in vitro (FIV), unos diez días después de que la Corte Suprema de este estado del sur de Estados Unidos dijera que consideraría a los embriones conservados mediante congelación como «niños».
La Cámara de Representantes local aprobó una legislación que otorga “inmunidad civil y penal en caso de muerte o daño a un embrión a cualquier persona o entidad durante la provisión o recepción de bienes o servicios relacionados con la infertilización in vitro”. El Senado adoptó un texto similar, garantizando inmunidad a las personas que proporcionen “bienes y servicios relacionados con la fertilización in vitro en determinadas circunstancias”.
La decisión de la Corte Suprema de Alabama causó asombro. Como consecuencia directa, varias clínicas especializadas en procreación médicamente asistida (MAP) en este estado conservador han anunciado la suspensión de sus actividades de fertilización in vitro. El presidente demócrata Joe Biden calificó la decisión de “escandalosa”, mientras que su rival republicano Donald Trump dijo que “apoya firmemente el acceso a la FIV para las parejas que intentan tener un bebé precioso”.