Un hombre de 68 años, procesado por haber agredido físicamente a un médico de Audincourt (Doubs), fue condenado el martes a realizar unas prácticas de ciudadanía por el tribunal penal de Montbéliard, una pena considerada leve por los colegas del profesional.

El 30 de enero, el septuagenario acompañó a su nuera y a su nieto a una cita médica, cuando agredió al médico de cabecera que se negó a atenderlo tarde, empujándolo al suelo. Estos hechos ocurrieron frente a testigos y resultaron en incapacidad laboral total durante 7 días para el médico tratante.

El imputado niega los hechos y asegura que no agredió al médico. Llorando entre lágrimas durante parte del juicio, se conmovió entre dos sollozos: “Todo eso por una pequeña inyección que hubiera durado dos minutos”.

El fiscal Paul-Édouard Lallois había solicitado una pena de prisión condicional de cuatro meses. “No hay duda de que este señor sirve de ejemplo (…) Pero no es aceptable que nos acostumbremos a toda la poca violencia de la vida cotidiana ni que la encontremos normal”, insistió.

La abogada del acusado, Rosa Kupper, declaró «tener la impresión de que, por el contrario, queremos hacer de este hombre un ejemplo».

Además del curso de ciudadanía, el hombre de sesenta años fue declarado inelegible por dos años y no debe acudir al consultorio médico durante el mismo período.

Rodeado de una veintena de médicos con batas blancas que acudieron a apoyarle, la víctima, el doctor Baris Cecen, bajó la cabeza. “Ridículo”, “cualquier cosa”, resonaron los comentarios en la sala cuando abandonaron la sala sobre el tema de las deliberaciones.

En dos años en este pueblo, el médico fue agredido dos veces, y su secretaria también una vez. “Esta sentencia es un mal ejemplo. Esto demuestra que se puede atacar a un médico con total impunidad. “Uno de nosotros tendrá que ser apuñalado o asesinado para que las cosas cambien”, comentó, muy decepcionado con el resultado del juicio.

El alcalde de Audincourt y ex senador (PS) Martial Bourquin declaró a la AFP que la sentencia le parecía «muy indulgente». “Habría sido necesaria una sentencia más ejemplar”, afirmó. “Realmente una pasantía no es gran cosa. Si seguimos sin tener en cuenta esta violencia hacia los trabajadores sanitarios, corremos el riesgo de lamentarlo mucho”. El primer ministro Gabriel Attal anunció el mismo día, 30 de enero, su deseo de “pagar” a los pacientes que no cumplan con su cita.