Algunos proceden de Alemania, otros de Irlanda, Francia, Portugal y Eslovenia. Tienen en común que son palestinos… y bailarines. Todos procedentes de las tierras de Palestina que tanto aman, ya sea en Cisjordania o en el lado israelí, se reúnen a la menor oportunidad para mantener viva su pequeña compañía, Stéréo48.
Stereo, como guiño a los primeros bailarines de break dance neoyorquinos que paseaban por ahí, con una enorme radio al hombro y la música sonando a todo volumen; 48 en memoria de la invasión de parte de Palestina por parte de Israel.
Originalmente, Hamza, Abdallah Damra y Amir Sabra formaban parte de un grupo de bailarines de breakdance que practicaban en Nablus. Nada profesional en esta aventura, pero sí una pasión compartida por este baile poco utilizado en los países árabes. Hasta que la compañía belga C de la B buscó nuevos bailarines para su exitoso espectáculo Badke y los contrató. A partir de entonces, durante año y medio, los tres palestinos viajaron por el mundo. Cuando regresan a Nablus, es el blues.
Abdallah Damra sólo tiene un deseo: continuar la experiencia. Sobre todo porque durante la gira tuvo la buena idea de pedirle a uno de los líderes de la compañía belga que le formara tanto en coreografía como en dirección de una compañía. La ayuda providencial tan esperada llegará del director del Instituto Francés de Nablus, Stéphane Aucante.
Esto les ofrece la oportunidad de trabajar, formarse y ensayar en una sala del Instituto, ¡e incluso les ofrece su almuerzo diario y una beca inicial de 200€! Stéphane Aucante comprendió la dificultad de ser bailarines para estos jóvenes, la mayoría de los cuales procedían de campos de refugiados palestinos. “Fue realmente duro”, admite hoy Abdallah.
Su talento y seriedad los llevaron a la continuación: participaron en la aventura Pokémon Crew, luego recibieron un encargo del Théâtre de la Ville de París, en el marco del festival “Danse Expandée”, una serie de formatos cortos que permiten Descubra jóvenes coreógrafos en ciernes. Los espectáculos, siempre refrescantes, resaltan cómo la danza puede ser diversa e infinitamente rápida para crear nuevas formas.
Stéréo 48, con una coreografía de Amir Sabra, abre el baile en el corazón de Montmartre: la compañía lleva al público a seguir la empinada pendiente de la calle de Ravignan y luego les invita a seguirla en el Théâtre des Abbesses, gestionado por el Teatro de la ciudad. La fuerza motriz de la compañía es irresistible: el baile es poderoso, con las nostálgicas melodías palestinas utilizadas para las bodas de fondo. Una mezcla de improvisación e interludios más regulados, esta secuencia callejera va mucho más allá del entretenimiento y la interpretación del hip-hop, para cuestionar delicadamente la esencia de las relaciones humanas. Para ello contaron con el apoyo del patrocinio de la Caisse des Dépôts, de la Región Isla de Francia, tras una residencia en el Espace Germinal-Fosse.
Tras esta inauguración al aire libre, una vez los espectadores sentados en sus asientos, el espectáculo continúa: seis pequeñas piezas por descubrir a toda costa.
Bienal de Danza de Lyon del 24 de septiembre al 1 de octubre