Es uno de los álbumes francófonos más destacados del otoño. Con People Pass, Time Remains, el grupo belga Glauque remodela el rap y el techno con bisturí. Algunos de sus remates se abren paso en las listas de reproducción, como “Veo el reflejo de mi tiempo frente a mi pantalla apagada (…) Beber vasos de dos en dos como Gérard Depardieu en vasos de peltre”.

Esta pieza, Plan grande, evoca «la relación consigo mismo en la relación con el otro», explica el cantante Louis Lemage, reunido por la AFP en París para una velada de presentación en una pequeña sala con paredes de hormigón en bruto, material en resonancia con su música y sus textos. “Todos estamos tratando de deshacernos de eso, pero todos somos nuestros propios community managers. Gestionamos nuestra propia imagen para cosas a veces ridículas: ¿eres 100% tú mismo con lo que muestras en las pantallas? desarrolla el miembro más joven, de 25 años, de este cuarteto de Namur. El mayor del grupo, de 32 años, es su hermano mayor, Lucas.

Los hermanos en la música nunca son triviales. Las cosas pueden ir bien, como los hermanos Sparks o las hermanas de Ibeyi, o ponerse feas en el caso de Oasis o los Kinks. La historia tiene más sal en Glauque. “No somos muy unidos en la familia, pero conocí a mi hermano a través de la música cuando yo tenía 18-19 años: antes, él se fue de casa para estudiar cuando yo tenía 10 años”, confiesa Louis. Lucas sigue siendo profesor de piano junto al grupo, que apareció en 2018 y que, por tanto, lanzó su primer álbum a mediados de septiembre.

“Era la única persona que conocía que tocaba música. Cuando quise que escuchara el mío me dijo: “No tengo tiempo” (risas), pero me dio el contacto de Aadriejan Montens, con quien comencé a tocar”. Sin embargo, Lucas, así como su compañero de cuarto, Baptiste Lo Manto, también músico, eventualmente escucharán y se unirán a la pareja. Nació Glauco.

En la canción Ranc se analiza el nacimiento, evocando un tema que rara vez se aborda en la canción: la negativa a ser padre (o madre) a pesar de los mandatos sociales. “Carne de mi carne, te escondo este infierno, nunca nacerás”, entona el cantante.

El público europeo descubrió por primera vez el radicalismo de Glauque en el escenario, como en octubre de 2019 en el festival pionero MaMA de París, un punto de encuentro para los profesionales de la industria musical. “El grupo belga actúa donde lo sucio hace lo bello”, presentaron entonces los organizadores del festival parisino. Siempre es una bofetada en el escenario. Pierre Pauly, programador de las Francofolies de La Rochelle, donde Glauque visitó este verano, habla a la AFP de un grupo de “rara intensidad”.

Además de Bélgica, Francia y Suiza, el grupo realizará una gira a finales de año por Alemania. El país, que tiene una auténtica cultura de clubes, los adoptó rápidamente. “Hay gente joven pero también gente de sesenta años, muy respetuosa”, dice Louis, encantado.