El aumento de recursos no lo es todo: el colectivo de funcionarios «Nuestros servicios públicos» está alarmado el jueves por el hecho de que el servicio público se está convirtiendo, según él, en «un servicio mínimo y degradado», debilitado por la competencia de las ofertas privadas. . Salud, educación, transporte, justicia, seguridad: “los medios de los servicios públicos aumentan desde hace veinte años menos rápidamente que las necesidades sociales, y la brecha entre los primeros y las segundas tiende a agravarse”, preocupa el colectivo en su primer “Informe sobre el Estado de los Servicios Públicos”.
Conocido por sus posiciones a menudo críticas hacia el gobierno, “Nuestros Servicios Públicos” reúne a funcionarios públicos del Estado, hospitales y comunidades deseosos de lograr una visión alternativa y menos “gerencial” de los servicios públicos. El colectivo reconoce que en los últimos veinte años el gasto público ha aumentado. La plantilla ha seguido la misma tendencia y hoy asciende a unos 5,5 millones de empleados públicos.
Para sus redactores, este informe “pone de relieve las consecuencias de una brecha creciente entre las necesidades sociales y los medios de los servicios públicos”, con el “desarrollo de desigualdades”, un “espacio creciente” dejado al sector privado y también “rupturas con funcionarios públicos así como con la población”.
“Las huelgas de cuidadores, la falta de profesores, la crisis de la justicia, la dependencia de los automóviles y el aumento del precio del petróleo, el escándalo de Orpéa o recientemente las guarderías privadas… No faltan ejemplos para ilustrar «lo que se está resquebrajando» », subraya Arnaud Bontemps, civil servidor y co-portavoz del colectivo. “Pero eso no explica el ‘por qué’ (…) Está lejos de ser sólo una cuestión de medios», continúa, explicando que, paradójicamente, «nunca hemos tenido tantos funcionarios, y el gasto público nunca ha sido tan alto.
Leer tambiénServicios públicos: una máquina loca que está poniendo en jaque al Estado
Porque al mismo tiempo, las necesidades de la población se han multiplicado: aceleración del cambio climático, envejecimiento de la población, acceso masivo a la educación superior… El aparente aumento de los recursos financieros y humanos enmascararía, por tanto, un “desgaste” de los servicios públicos. “en relación con la fuerte tendencia de cambio de necesidades” de sus usuarios.
Lo que es aún más preocupante, “las perspectivas financieras para los próximos años prevén un aumento muy marcado de esta pérdida de recursos públicos”, advierte el informe, basado en los testimonios de un centenar de funcionarios públicos, investigadores y ciudadanos. Debido a esta brecha entre las necesidades y los medios de los servicios públicos, “se abre un espacio cada vez mayor para una oferta privada para atender las necesidades”: escuelas concertadas, clínicas privadas, etc.
Sin embargo, estos servicios que compiten con el público «se caracterizan por un coste más elevado (…) y una ausencia de acogida incondicional», contrariamente a la vocación universal de los servicios públicos, sostiene el colectivo. Además de aumentar las desigualdades, «este desarrollo de un sector privado de nicho conduce gradualmente a la transformación del servicio público en un servicio mínimo y degradado», lamenta todavía.
“El tiempo necesario para juzgar un caso civil ante el tribunal superior fue de 14 meses en 2019, frente a 7 meses en 2005”, ilustra el informe. Nuestros Servicios Públicos no formula propuestas concretas pero se compromete a impulsar su visión centrada en las necesidades y no en los medios “en los ámbitos político, académico, administrativo y cívico”.