“En un mundo donde el tamaño y el peso importan, completar nuestra Unión redunda claramente en interés estratégico y de seguridad de Europa”. El miércoles, en Estrasburgo, Ursula von der Leyen justificó y preparó los espíritus para una Europa “de más de treinta”. Una fórmula que la presidenta de la Comisión Europea utilizó varias veces en su discurso sobre el estado de la Unión, el último antes de las elecciones europeas de junio de 2024.
La ampliación es existencial para el futuro de la UE. Y sucederán muchas cosas en los próximos meses. La Comisión deberá emitir su opinión a finales de octubre sobre la conveniencia de abrir negociaciones de adhesión para la entrada de Ucrania, Moldavia, Georgia y los países de los Balcanes Occidentales en la UE. Los Veintisiete, que mantendrán un primer intercambio sobre el tema en Granada a principios del próximo mes, decidirán los próximos pasos a finales de diciembre.
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A los países candidatos les quedan algunas semanas para avanzar con las reformas solicitadas. «VDL» no se atrevió a dar un calendario, a diferencia del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que habló de «un horizonte hasta 2030», pero llamó no obstante a la UE a responder «a la llamada de la historia» y a prepararse ahora por las enormes consecuencias que tendría la entrada de nuevos países.
Para “VDL”, no es posible esperar a una hipotética modificación de los Tratados que, en cualquier caso, será muy difícil de realizar y que no es la preferencia de los Veintisiete. Sin mencionar que este debate parasitaría las próximas elecciones y daría pasto a los populistas. “Esto implicará la organización de una convención europea y una modificación de los tratados. Pero no podemos –y no debemos– esperar a modificar los tratados para avanzar en el camino de la ampliación”, subrayó, y dijo estar convencida de que “la UE trabajará con más de 30”.
Por lo tanto, la Comisión iniciará un trabajo preparatorio con las “revisiones previas a la ampliación de las políticas de la UE”. Objetivo: “determinar si cada ámbito político debe adaptarse con vistas a ampliar la Unión y cómo hacerlo”. La clave: cambios en los flujos financieros entre la UE y los Estados miembros, ya sea la política agrícola común (PAC) o la de cohesión, que representan un total del 60% del presupuesto europeo. El despertar podría ser doloroso, especialmente para Francia. «Ya no hay PAC y sólo hay un beneficiario de los fondos de cohesión: Ucrania», afirmó un diplomático europeo. También surgirá la cuestión de los medios presupuestarios de la UE para “absorber” a estos países, particularmente en términos de defensa y seguridad.
“VDL” también quiere que los Estados miembros y el Parlamento Europeo aprovechen los 300 días que les separan de las elecciones para completar todos los textos que aún están sobre la mesa. Mientras la economía se desacelera en el bloque, la presidenta de la Comisión Europea se ha posicionado del lado de las empresas, admitiendo que el «acuerdo verde», el mantra de su Comisión desde 2019, no debe obstaculizar la competitividad de la UE. Además, como anunció, el italiano Mario Draghi tiene encomendado un informe sobre este último tema.
A esto se suman los acuerdos comerciales con Australia, México y Mercosur, o el pacto sobre migración y asilo que deben completarse mientras las llegadas se sitúan ya al nivel de las experimentadas por la Unión durante la crisis de 2015-2016, la revisión presupuestaria intermedia que prevé, en particular, una ayuda de 50 mil millones en cuatro años para la reconstrucción de Ucrania. Dadas las preocupaciones del público, este será sin duda un tema clave de la campaña. “Demostremos que Europa puede gestionar la migración de forma eficaz y compasiva. ¡Terminemos el trabajo!”, instó “VDL”. Otras cuestiones, por el contrario, han sido ignoradas: la difícil revisión del pacto de estabilidad y crecimiento que los europeos deben alcanzar antes de fin de año, la reforma del mercado eléctrico a la que se oponen Francia y Alemania.
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Durante su discurso, Ursula von der Leyen quiso demostrar que la reconstitución de los bloques y las sucesivas crisis habían contribuido a construir una “Unión geopolítica” desde 2020, apoyando a Ucrania, oponiéndose a Rusia, recordando la importancia de África para los europeos, defendiendo su intereses, incluso siendo mucho más asertivos contra China. Poniendo las palabras en acción, el Presidente de la Comisión anunció el miércoles la apertura de una investigación sobre las subvenciones chinas a los coches eléctricos que inundan el mercado europeo. “Europa está abierta a la competencia. No es una carrera hacia el fondo”, explicó.