Exploradores estadounidenses de aguas profundas han descubierto un extraño objeto dorado en el fondo del océano cerca de Alaska, una especie de semiglobo no identificado que intriga a los investigadores. A finales de agosto, a unos 3.300 metros de profundidad, un robot teledirigido y equipado con una cámara cayó, entre las rocas a las que estaba adherido, sobre esta protuberancia redondeada con su resplandor dorado, de unos 10 cm de diámetro.

“Cuando las cámaras se acercaron, los científicos quedaron perplejos sobre su identificación”, afirma en una nota la Agencia Nacional de Observación Oceánica y Atmosférica (NOAA), que lleva a cabo esta investigación, “las primeras ideas van desde (posibles) ganchos de una esponja muerta al coral o a la cáscara de un huevo».

El equipo de científicos devolvió el objeto marino no identificado al barco en la superficie. Al aire libre, según la foto, vemos una cosa abombada, ligeramente flácida y brillante, que cabe en una mano. “¿No son deliciosamente extrañas las grandes profundidades?”, pregunta el coordinador de la expedición, Sam Candio, citado por la NOAA.

“Aún no somos capaces de identificarlo, sólo sabemos que tiene un origen biológico”, afirma el científico. «Probablemente no sabremos más hasta que sea (estudiado) en condiciones de laboratorio», dice. Este descubrimiento en el fondo del Pacífico «nos recuerda que sabemos poco sobre nuestro propio planeta» y los océanos, añade.

La exploración submarina, recordó Sam Candio, puede permitir descubrir nuevas especies, a veces el origen de nuevos tratamientos médicos, por ejemplo. Esta expedición de la agencia federal frente a la costa sur de Alaska tiene como objetivo “mapear, explorar y describir” estas “zonas inexploradas”, señala la NOAA. Transmite su investigación en directo por vídeo.