El martes 5 de septiembre, la fiscalía solicitó tres meses de prisión con suspensión de la prueba de dos años contra el influencer Jeremstar, estrella de las redes sociales, juzgado por el tribunal de París por «trabajo oculto» tras la denuncia de un exempleado.
La decisión quedó reservada para el 17 de octubre. Para el fiscal, el delito está bien caracterizado, al igual que la relación de subordinación entre el imputado y el denunciante. “El trabajo oculto no es un delito baladí. Es un ataque a los derechos de los trabajadores en perjuicio del empleado”, insistió. También exigió una multa de 5.000 euros para el acusado.
Durante su audiencia, el columnista/bloguero especializado en reality shows admitió sin dificultad que nunca había pagado a su excolaborador Bruno Etenna, quien por su parte afirma haber producido más de 220 vídeos, entre 2012 y 2017, para Jeremstar, Jérémy Gisclon. de su verdadero nombre. «Fue un intercambio de buenas prácticas», dijo al mando el influencer de 36 años, camiseta blanca y vaqueros azul claro. “Yo era su amigo. Le aporté notoriedad, visibilidad”, insiste. «Nunca se planteó que trabajáramos juntos».
Si bien reconoce que Etenna estuvo “presente en muchos vídeos”, “no en todos”, afirma. «¿Debe remunerarse un servicio?», pregunta su abogada, la señora Margaux Nègre-Carillon. «¡No! el dinero viene a pudrirlo todo”, responde Jeremstar.
Yo, Jérémy Kalfon, abogado del Sr. Etenna, estoy sorprendido. «Señor. Gisclon se comportó como un empleador y el señor Etenna como un empleado”, dijo.
«Para mí no fue una actividad, fue divertido», defiende el influencer que se hizo conocido sobre todo por sus entrevistas realizadas en una bañera y se convirtió en una estrella de las redes sociales seguida por muchos fans. Muy popular en Snapchat, tiene más de 2 millones de suscriptores en Instagram, 1,7 millones en X (ex-Twitter) y 1,4 millones en YouTube. Su productora, creada en 2015, alcanzó una facturación de 860.000 euros un año después de su creación.
“Siempre he respetado a la gente con la que he trabajado”, asegura la influencer. Dice ser víctima de una campaña de ciberacoso tras ser golpeado en 2018 por una denuncia por violación de una menor, que finalmente fue desestimada y sin que se le impute ningún delito. Según él, su ex amigo fue “manipulado” por personas que le eran hostiles.