Nuevo rayo en medio del cine francés. El director Philippe Garrel, figura destacada de la Nueva Ola, es acusado de violencia sexual por varias actrices. En una encuesta publicada en el sitio Mediapart, las actrices denuncian acciones inapropiadas, algunas de las cuales pueden constituir agresión sexual. Entre los que toman la palabra se encuentran antiguas alumnas del director del Conservatorio, así como las actrices Anna Mouglalis, Clotilde Hesme, Marie Vialle y Laurence Cordier. Según ellos, el cineasta habría intentado besarlos sin su consentimiento o habría realizado gestos inapropiados.
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La actriz Anna Mouglalis, que denuncia las acciones del director, ya trabajó con él en una película estrenada en 2013, La Jalousie. Según Mediapart, vuelve a contactarla para escribir un nuevo largometraje sobre el deseo femenino. La actriz organiza sesiones de trabajo en su casa con el director que es 30 años mayor que ella en el momento de los hechos. Según Anna Mouglalis, Philippe Garrel desaparece de su salón después de que ella fue al baño. Encuentra al director acostado en su cama, con el pretexto de que «lo necesitaba para su dolor». «¡Es tan grande cuando había dos sofás justo al lado de él en el salón!», testificó la actriz a Mediapart.
Philippe Garrel habría insistido en quedarse en casa de la actriz antes de llamar a un taxi. El director rechaza esta versión de los hechos. “Estábamos en la cocina y me sentí mal. Le dije que necesitaba acostarme, a lo que ella respondió: “¿Oh? Tu crees ?» Y le repetí que realmente no me sentía bien y que tenía que acostarme. Así que fui a su cama y me acosté durante veinte minutos antes de irme a casa. Asegura además que no tuvo “ningún gesto ambivalente” durante este encuentro profesional.
Otros testimonios de mujeres hacen referencia a besos forzados. Este es el caso de una actriz que quiso permanecer en el anonimato. Según Mediapart, en 2017 consiguió un pequeño papel en uno de los largometrajes del director. Al año siguiente, Philippe Garrel le dijo que estaba trabajando en un nuevo guión y que quería conocerla. Durante la reunión, Garrel le dice que ha reservado una habitación de hotel. La joven “cree en una broma” y explica que hay “un error de persona”. Habría dejado claro que «quiere hablar de trabajo pero eso es todo».
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Cuando unos minutos después salen a la terraza de un café para comentar la obra, el director le habría acariciado los muslos. «De hecho, ya es suficiente», le habría dicho la joven. Según su testimonio, él habría respondido: “Lo intento”. Antes de acompañarla hasta el metro, donde supuestamente intentó besarla. Por su parte, Philippe Garrel lo evoca, «un beso en la mejilla».
La actriz Laurence Cordier da testimonio de hechos similares. En 2003, mientras cursaba su último año en el Conservatorio de París, el director la invitó a cenar para hablar con ella sobre un papel. Tras este encuentro, supuestamente le ofreció un “paseo” durante el cual caminó “muy cerca” de ella. Y decirle: “Vamos, yo pago el hotel”. La actriz, que precisa que se negó, acusa al director de haberla agarrado por la cintura antes de alejarlo. Un episodio que ya habría mencionado en la revista Les Inrocks, calificado en su momento como “una interacción con un importante director del cine francés”.
En 1994, el director se habría ofrecido, según Mediapart, a “escribir una película” para una de sus estudiantes del conservatorio, Marie Vialle. La joven, que estudió en este colegio entre los 20 y 23 años, habla de varios encuentros profesionales, incluido uno en el que el director intentó besarla. «No puedo hacer la película si no me acuesto contigo», le habría dicho, antes de confesarle que está «enamorado» de ella y que necesita, para su película, el conocimiento «de real». La actriz renuncia a la película.
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Por su parte, Philippe Garrel evoca sentimientos sinceros. “Recuerdo haberle explicado que, como a muchos directores de la Nueva Ola, me gustaba rodar con la mujer de la que estaba enamorado y filmarla. Quizás intenté besarla, no lo recuerdo, pero seguro que me rechazó ya que fue precisamente en ese almuerzo cuando entendí que ella no se sentía nada atraída por mí”, explica a Mediapart. Antes de disculparse: «Si lastimé a Marie Vialle, a quien respeto mucho, lo siento».
Anaïs, otra actriz que testifica de forma anónima, explica que el director habría intentado besarla en 2013. Según su testimonio, la joven no vive la experiencia como una agresión. “Tetanizado, no entendí. Entonces, fue muy respetuoso con mi negativa. Me sorprendió pero no lo viví mal. Me dije que no me iba a aceptar porque me había negado y me volvió a llamar para el papel”, explica.
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La actriz Clotilde Hesme, protagonista de Amantes habituales (2005), por su parte, reprocha al cineasta las “humillaciones” durante el rodaje de esta película. Según ella, el cineasta la apodó «Incesto», porque en la película vivió una historia de amor con su hijo, Louis.
El director evoca una toma de conciencia al leer los distintos testimonios. “Me doy cuenta de la diferencia entre lo que imaginaba entonces y lo que les hice vivir. Ya había tomado conciencia de la cultura que me formó y eso abrió en mí un cuestionamiento”, escribe. Poco después de esta declaración, el director se habría puesto en contacto con Anna Mouglalis el 24 de agosto para pedirle que «retirara su testimonio» en nombre de la «amistad» que los une. “Nunca he visto a Philippe Garrel fuera del trabajo, pero él lo llama amistad. Y luego, no me llamó para saber qué motivó mi testimonio, sólo para pedirme que lo quitara”, estima la actriz con Mediapart. Para Philippe Garrel, se trataba de discutir «las acusaciones que ella había formulado contra él». Para el abogado del director, éste «no ejerció ninguna presión sobre esta actriz».