Tienes que saber cómo terminar una discusión. Mientras la Francia de tipo francés está en llamas tras las palabras de Juliette Armanet contra la institución de «Connemara», título que juzga «sectario» y «de derecha», también es hora de reconocer los méritos de este 39- artista de un año. Dos álbumes, algunas pepitas y una energía fenomenal en el escenario. Como en Francia todo termina con canciones, aquí hay cinco títulos de Juliette Armanet que los fanáticos de Michel Sardou y otros seguramente adorarán.
Un piano, una voz algo aguda, un texto melancólico. Aquí estamos de vuelta en la década de 1970. A la manera de Véronique Sanson, en quien la artista se inspira, cuenta el desorden de una mujer “sola en la playa”, abandonada por el hombre que ama. La melodía es sensible, íntima, pero endiabladamente efectiva. Pedimos más. The Indian, otra pista clave del álbum Girlfriend, es una joya pop lúdica.
Advertencia, canción pegadiza. Para su segundo disco, Juliette Armanet ofrece un título disco-pop en la mejor onda de lo que se hacía en los años 70. Basta escuchar The Last Day of Disco una vez para tenerlo en la cabeza y silbar todo el día «como un amapola». De la buena variedad francesa.
El álbum Brûler le feu esconde títulos “tubescos”. En una variedad francesa a la que le gusta lloriquear y contar dramas sociales, Armanet lanza canciones pegadizas. El coro es increíblemente efectivo. A pesar de las polémicas, los fans de Sardou podrán «declarar su amor» a la cantante.
¡Cuidado, pepita! En un álbum muy adornado con lentejuelas y bolas de discoteca, Sauver ma vie es una hermosa balada pop con letras sutiles. Escuchamos y re-escuchamos esta canción con mucho gusto. Un título que habría tenido su lugar en Amoureuse o Le Maudit de Véronique Sanson.
¡Todo está perdonado! Los fans de Sardou podrán precipitarse al son de esta declaración de amor casi a cappella a Michel. «Solo decir tu nombre ya me da alas / Me importa un carajo, hay un sabor a eternidad / En este pequeño nombre allí». Moraleja de la historia: puedes amar a Armanet y Sardou.