Nunca dos sin tres. Como en las dos últimas ediciones del Mundial femenino, Les Bleues se llevaron la puerta en cuartos de final. Fueron eliminados por Australia este sábado (0-0 ap, 6-7 en ficha) en Brisbane. Una interminable y mítica sesión por cierto. Los australianos se enfrentarán a Inglaterra o Colombia en las semifinales de «su» Mundial, una etapa de la competición a la que Francia solo ha llegado una vez, en 2011, finalizando en cuarta posición.

En Brisbane, fueron los franceses los que empezaron mejor el partido, menos tensos que los australianos. Diani encendió una primera mecha (8º) y unos minutos después, Lakrar desaprovechó una gran oportunidad, a escasos metros de la portería, tras un disparo cruzado de Le Sommer (12º). Le Sommer mantuvo la presión con calma (28) y Lakrar aún se ofreció a sí mismo una oportunidad de oro (31) justo antes de que los Blues desaparecieran durante más de treinta minutos. Hasta entonces timoratos, los australianos destacaron antes del descanso. Tras un desencuentro entre Karchaoui y Peyraud-Magnin, Fowler pensó en abrir el marcador pero fue sin contar con una magnífica parada en su línea de De Almeida (41º).

Eso dio inicio al juego de Matildas. De vuelta del vestuario, los australianos aceleraron y asfixiaron a Les Bleues durante un buen cuarto de hora y muchas situaciones calientes sobre la portería de Peyraud-Magnin. Fowler (50, 60) volvió a hacer temblar a los Habs antes de que el encuentro cayera en falso ritmo hasta la prórroga.

Treinta minutos extra por tanto y treinta minutos animados con gol anulado para los Blues (100º). Un córner inexistente, sacado por Bacha, lo cedieron los franceses y convirtió… Kennedy en propia puerta pero los australianos finalmente se salvaron con una falta de Renard sobre Foord. Punto de inflexion. En el proceso, Vine fue peligroso (105). Becho reaccionó (107, 110º) sin éxito. Por lo tanto, la decisión se iba a tomar en los penaltis y, para el ejercicio, Hervé Renard tomó la decisión de cambiar de portero. Salga de Pauline Peyraud-Magnin y dé paso a Solène Durand.

Una tensa tanda de penaltis con no menos de diez tiradores de cada lado. Y en dos ocasiones, Durand mantuvo vivo a Les Bleues durante los primeros puntos de partido australianos pero las francesas fallaron demasiadas veces (Bacha, Perisset, Dali) y la joven Becho, décima tiradora, mandó su intento al poste de Arnold, el portero australiano. . Y esta vez, Vine no se perdió el tercer punto de partido, enviando a Australia a los cuatro finalistas por primera vez.