Régis Dandoy es profesor de ciencias políticas en la Universidad de San Francisco en Quito.

LE FÍGARO. – En Ecuador, el candidato presidencial centrista Fernando Villavicencio fue asesinado a tiros dos semanas antes de las elecciones presidenciales. ¿Ilustra este evento un clima de violencia específico de Ecuador?

Régis DANDOY. – Absolutamente. La situación de seguridad se ha deteriorado fuertemente en Ecuador en los últimos años, debido al narcotráfico que invade y divide el territorio. Las peleas rivales entre los clanes y la criminalidad en la calle refuerzan la sensación de inseguridad en el país. Desde hace más de un año y medio asistimos a un gran avance: los narcotraficantes ahora se interesan por la política. Por primera vez en la historia política del Ecuador asistimos a una verdadera ola de violencia electoral. Esto comenzó durante la campaña para las elecciones locales que se llevó a cabo en febrero de 2023, marcada por los asesinatos de candidatos y alcaldes. Y desde el inicio de la campaña electoral legislativa, un candidato fue asesinado. Con el asesinato de un candidato presidencial se ha dado un nuevo paso. Este hecho sin precedentes demuestra que la sociedad ecuatoriana se encuentra invadida por el narcotráfico y la violencia.

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¿Por qué a los narcotraficantes les «interesa la política»?

Para entender este fenómeno, hay que fijarse en la geografía. Ecuador es un país sin salida al mar entre Perú y Colombia, es decir, entre los dos mayores productores de cocaína. Por lo tanto, era solo cuestión de tiempo que los narcotraficantes se dieran cuenta de que podían transportar sus mercancías a Ecuador. Por lo tanto, diferentes grupos de narcotraficantes comenzaron a invadir el territorio, luego a enfrentarse entre sí.

Ecuador también enfrenta corrupción: narcotraficantes compran trabajadores portuarios, policías y aduaneros. Poco a poco, el narcotráfico fue ganando terreno, alcanzando el pico más alto del estado. Hasta ahora, la criminalidad se limitaba geográficamente a la costa ecuatoriana, principalmente en los grandes puertos como Esmeraldas o Guayaquil. Hoy, y esto es una novedad, la violencia costeña se ha extendido a las calles y al centro de la ciudad de Quito, la capital de Ecuador. El asesinato de un candidato presidencial es una ilustración de esto. Este hecho está traumatizando a toda la sociedad ecuatoriana.

El presidente saliente acaba de declarar el estado de emergencia por un mes. ¿Pueden celebrarse las elecciones con normalidad?

El Consejo Nacional Electoral fue tranquilizador. Se mantiene el calendario electoral preestablecido. La elección presidencial comienza en una semana con el voto de los presos, luego el de las personas con discapacidad. El 20 de agosto acudirán a las urnas 13 millones de votantes. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral reforzará la seguridad alrededor de los colegios electorales y para todos los candidatos presidenciales. Todos ellos, así como una veintena de candidatos a diputados, cuentan con escolta policial.

Pero esta es la primera vez que Ecuador vive este tipo de eventos. No sabemos cómo reaccionará la población; ¿Bajará la participación? ¿Ganarán votos los candidatos que hacen campaña sobre la seguridad? Es probable. El partido de Fernando Villavicencio (Movimiento Concertación), al que en las encuestas le acreditaban un 10%, quizás también podría salir beneficiado. Hoy, nada es seguro. Y en América Latina, la incertidumbre electoral no presagia nada bueno para la estabilidad política del país.

¿La violencia en Ecuador solo se correlaciona con el narcotráfico? ¿Existen discrepancias entre la naturaleza de la violencia en Ecuador y los países vecinos?

Ecuador siempre ha sido un país relativamente pacífico. Pero está marcada por fuertes desigualdades sociales, lo que ha creado frustración y delincuencia. Los tiroteos en los restaurantes y las masacres en el penal están directamente vinculados al narcotráfico. Pero en los últimos años, los países vecinos -Colombia y Perú, muy inestables tanto social como políticamente- no han sido los más pacíficos del mundo. Ecuador sigue sus pasos y empieza a tomar el camino de Colombia en la década de 1980. Ecuador ya no tiene nada que envidiar a sus vecinos en términos de inseguridad, inestabilidad y desigualdad social.

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¿Son los temas de seguridad centrales para los candidatos?

Antes del asesinato de Fernando Villavicencio, la seguridad ya era el tema número uno de la campaña. Es cierto que hablábamos de economía, medio ambiente -con motivo de las elecciones generales, un referéndum nacional debe decidir sobre la continuación de la explotación petrolera en parte de la Amazonía-, educación y salud, pero la seguridad se antepuso a todo lo demás. Y esto será más el caso debido a este evento. El final de la campaña será monotemático.