Un incendio forestal en el centro de Portugal ha arrasado unas 7.000 hectáreas y provocado 11 heridos leves, movilizando aún este domingo a más de mil bomberos, informó protección civil mientras el país ibérico vive un fuerte calor. “El área estimada quemada es de 7.000 hectáreas, pero el potencial de este incendio se estima en más de 20.000 hectáreas”, dijo el comandante de los servicios de emergencia a cargo de las operaciones, José Guilherme.
«Los más de mil efectivos operativos que permanecerán en el terreno están en esta etapa tratando de garantizar la estabilización del fuego, cuyo perímetro ya alcanza los 60 km», precisó durante una rueda de prensa en Proença-a-Nova. . «Es un área muy grande con muchas casas y pueblos aislados», agregó, y agregó que los bomberos estaban enfocando sus esfuerzos en cuatro puntos calientes desde los cuales era probable que las llamas comenzaran nuevamente.
Este incendio, que se desató el viernes 4 de agosto en la localidad de Castelo Branco, destruyó unas 6.000 hectáreas en las primeras 24 horas, según protección civil. El humo y las cenizas que de él emanaron este sábado llegaron a la ciudad santuario de Fátima (centro) pese a que el papa Francisco había reunido allí a más de 200.000 peregrinos.
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Otro brote movilizó a casi 400 bomberos el domingo en Odemira, cerca de la costa suroeste del país, lo que obligó a la evacuación temporal de cuatro aldeas. “Las llamas dan paso a los medios de combate”, indicó sin embargo la mañana de este domingo un responsable de protección civil, Tiago Bugio, precisando que dos frentes del fuego permanecían activos, pero que un tercero, que se dirigía hacia el sur y la turística región de el Algarve, había sido puesto bajo control.
Con temperaturas que en ocasiones superaron los 40°C el domingo, Protección Civil advirtió este sábado que el riesgo de incendio sería «muy alto o máximo en todo el territorio» durante los «próximos días». En la vecina España, un incendio forestal que quemó cerca de 600 hectáreas en Cataluña (noreste), en la frontera con Francia, se mantuvo este domingo bajo control, pese a algunas recuperaciones gracias a los fuertes vientos, mientras los bomberos andaluces lograron controlar las llamas. en Bonares, Andalucía (sur).