La voz es algo robótica, como si el delantero del Blues leyera un texto, pero no cabe duda de que el planteamiento es sincero. Olivier Giroud envió un videomensaje a los 40.000 franceses reunidos en Lisboa para las Jornadas Mundiales de la Juventud, organizadas por la Iglesia Católica.
“Promete ser días magníficos, con jóvenes venidos de todo el mundo”, desliza el máximo goleador de la historia de la selección de Francia, hoy en el AC Milan. ¡Qué hermosa eres, tú que traes la buena noticia! Eres un signo de esperanza. Dios os está esperando y quiere hablaros a cada uno de vosotros. No tengáis miedo de escucharle y de hablarle, por tanto, orad”.
Olivier Giroud, cuyo fervor católico conocemos, confesó estar «agradecido con Dios y con Jesús» por las «grandes cosas de [su] vida». Y el delantero de 36 años dijo: “Como tú, necesito Su presencia, necesito hablar con Él, leer Su palabra, escucharlo y también pedirle perdón regularmente. Busco ser su discípulo, servirle, en el corazón mismo de mi pasión como futbolista y también en mi vida diaria. Seguir a Jesús me da alegría, fuerza, mente, serenidad, por lo tanto, paz”.
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Además de los franceses, se espera un millón de jóvenes católicos esta semana en Portugal, para esta 37ª edición. Se espera al Papa el miércoles.
