PARTES SUPERIORES

Al igual que ante Inglaterra, la tercera línea reinó en el encuentro de este viernes, en Ciudad del Cabo, durante la final del Mundial sub-20 ganada por los Bleuets ante Irlanda (50-14). Actividad constante, potencia impresionante. Es difícil encontrar todos los calificativos para este trío intratable. Marko Gazzotti continúa impresionando, habiendo sido uno de los mejores jugadores del torneo, si no el mejor. El N. 8 de Grenoble seguía por todas partes en esta parte, cuando Jégou no paraba de correr y avanzar bola en mano como en el penúltimo ensayo que anotó el tercer hombre de este trío, Lenni Nouchi, como un símbolo. “En este equipo hay muchos factores X, pero si hay que recordar algo de esta 3ª línea es que es muy complementaria, dentro y fuera del campo”, analiza el técnico Sébastien Calvet en la rueda de prensa.

El central del Stade Toulousain realizó una actuación soberbia mientras estuvo más discreto en semifinales. Muy emprendedor, abrió muchas brechas y fue decisivo en el primer intento de Ferté al acaparar a varios defensores antes de crear un hueco. Sus inspiraciones siempre fueron positivas y permitieron que su equipo avanzara y progresara en el juego.

La zaga francesa no ocultó sus ganas de jugar durante todo el encuentro. Sus dos intentos (14 y 70) llegaron a recompensar una enorme actividad, mezclada con cualidades únicas de velocidad y apoyo. Último atacante, a menudo fue el primero en encontrar la falla para lanzar a Francia en el camino hacia la victoria.

FRACASOS

El pilar izquierdo de Leinster (20 años) ilustró el descontrol irlandés al final del primer tiempo con sus dos faltas en el 39′. Culpable de colapsar el balón llevado francés y luego de entorpecer el lanzamiento, McCarthy dejó solos a sus compañeros durante 10 minutos, que coincidieron con el momento en que los Bleuets tomaron plena medida de la situación. El try rechazado en Jégou justo después de que la tarjeta amarilla irlandesa solo pospusiera el tiempo límite para la 2ª parte, con Jouvin y luego Depoortere para registrar dos tries decisivos que dieron la ventaja definitiva a la selección de Francia Sub-20.

Si hay que subrayar un punto negativo con este joven equipo de Francia, es el comienzo de las partes. Empujados durante unos minutos desde el inicio contra Gales, los franceses sufrieron la ley de los ingleses en las semifinales antes de revertir por completo la tendencia. En la final contra Irlanda se observó el mismo patrón ya que Les Bleuets no tocaron el balón hasta el try de Gunne que permitió a los irlandeses anotar los primeros siete puntos del partido.