No hay coincidencias, solo coincidencias. Pocas horas después del drama ocurrido en Nanterre el martes 27 de junio, el ex presidente de la UDI Jean-Louis Borloo acudió a Grigny con motivo del 20 aniversario de la ANRU (Agencia Nacional de Renovación Urbana). Un legado que, sumado al plan Borloo de 2005, le ha dado desde entonces legitimidad en materia de políticas urbanísticas. Y por una buena razón, recién elegido, Emmanuel Macron lo invistió en el otoño de 2017 con una misión destinada a «devolver la República» a los barrios frente al «repliegue de la identidad y la comunidad». Comienza entonces un período de seis meses de gestación, durante el cual se consulta a cientos de funcionarios electos y asociaciones. Pero en la primavera de 2018, el segundo «plan Borloo» llega al mundo, muerto.
«No voy a anunciar un plan de ciudad, un plan de cercanías o lo que sea porque esta estrategia es tan vieja como yo… Estamos al final de lo que ha podido producir este método», lanza el presidente en la Élysée el 22 de mayo de 2018, frente a unos cientos de invitados, que esperan anuncios sobre barrios en dificultad. Y continúa: “De alguna manera, no tendría sentido que dos hombres blancos [él y Borloo], que no viven en estos barrios, intercambien un informe y el otro diga: “nosotros entregamos un plan, lo descubrí”. No es cierto, ya no funciona de esa manera». Sale Borloo y las 164 páginas de su informe. El joven jefe de Estado quería algo nuevo, un «nuevo método» que correspondiera al «nuevo mundo».
Sin embargo, tras dos noches de caos en varias ciudades de Francia, se multiplican las referencias al plan suburbano llevado a cabo en 2018 por el exalcalde de Valencienne. “Con y desde la ejecución de Nahel, es el corazón de la República el que ha sido alcanzado, atacado. Emmanuel Macron debe actuar: derogación de la ley de 2017, independencia de la IGPN, formación policial y reforma de las fuerzas del orden, plan Borloo para los suburbios…», dijo este viernes en su cuenta de Twitter el excandidato presidencial EELV Yannick Jadot. Por su parte, el alcalde de LR de L’Haÿ-les-Roses Vincent Jeanbrun, al tiempo que pedía un «gran plan Marshall para los suburbios», recordaba esta mañana en France info que «sin ser perfecto, el Plan Borloo fue un paso adelante considerable, y tenía muchas medidas concretas que iban mucho más allá de la política de la ciudad.
Gran defensor del plan Borloo en 2018, el alcalde comunista de Grigny Philippe Rio lamenta hoy que este último haya quedado en letra muerta del lado del ejecutivo. “Éramos 200 alcaldes para haber trabajado en eso y E. Macron dijo ‘basura’ […] Este plan se llamaba ‘Por la reconciliación nacional’, y esta palabra reconciliación resuena particularmente hoy», se burla el concejal en un entrevista con Le Monde el jueves 29 de junio.
Por el contrario, Éric Zemmour, invitado este viernes por la mañana al micrófono de Europa 1, reprochó al exministro de Jacques Chirac haber hecho gastar al Estado «40.000 millones de euros [en 2005] para reconstruir estos barrios», que hoy están «saqueados». por «poblaciones que no quieren aclimatarse a nuestras costumbres, a nuestras costumbres». Pero, ¿qué proponía exactamente el plan Borloo?
Presentado a finales de abril de 2017 a Édouard Philippe, entonces primer ministro -y no a Emmanuel Macron, que sin embargo era el director-, el informe que incluye 19 «programas» tiene el mérito de ser ambicioso: creación de un fondo de 5 mil millones de dólares de euros, incluidos mil millones para el RER, entrenadores de integración, lanzamiento de una academia de «líderes» destinada a los «talentos de nuestra juventud y barrios populares», o incluso la creación de un «tribunal de equidad territorial» – una jurisdicción que sería responsable de sancionar la inacción de las administraciones-, etc. En definitiva, una serie de propuestas que prometen conducir a la “reconciliación nacional”, y que resuena en muchos alcaldes. No obstante, Emmanuel Macron repite que en última instancia no quiere una política de vecindad específica, que, según él, se sumaría al montón de planes suburbanos que han dado escasos resultados.
Desde entonces, ningún plan suburbano parece haberse fijado en la agenda. Durante la campaña presidencial de 2022, Emmanuel Macron prometió un plan de “barrios 2030”. Un proyecto que aún no ha visto la luz y cuyos contornos siguen sin estar claros. En una columna publicada en Le Monde el 24 de mayo de 2023, una treintena de electos locales, en su mayoría de izquierda, lanzaron acertadamente «un grito de alerta al Presidente de la República (…) pendiente de su discurso sobre el “Compromisos vecinales 2030”.
Consultado sobre la cuestión, tras los disturbios provocados por la muerte de Nahel el martes 27 de junio, el senador renacentista de Hauts-de-Seine Xavier Iacovelli asegura que «el plan Borloo no ha sido enterrado» y que «cierta parte de la política de la ciudad se han tomado medidas”. Y para agregar: «No estoy seguro de que sea quemando los servicios públicos como podamos volver a ponerlos».