Le Figaro Niza

¿Qué está pasando en la capital de la Costa Azul? En menos de una semana, se descubrieron dos granjas ovinas y mataderos clandestinos en el corazón de la ciudad. El último fue desenterrado el miércoles al mediodía por un equipo de rescate de la policía, en el distrito de Mercantour, al noreste de Niza. El caso fue revelado en Twitter por el primer teniente de alcalde de Seguridad, Anthony Borré.

Un mensaje acompañado de varias fotos en las que podemos ver una decena de ovejas vivas, herramientas que evidentemente sirven para descuartizar y cadáveres en bolsas de plástico. «¡Si el culto se ejerce libremente en Francia, no puede hacerse por encima de las leyes de la República y de las condiciones elementales de higiene!», señaló el funcionario electo en su mensaje. Y por una buena razón, este segundo descubrimiento llega precisamente el día de una fiesta religiosa musulmana, Aïd-el-Kébir. La costumbre dicta que en esta ocasión se sacrifican ovejas para ser comidas.

Contactada, la Seguridad Departamental de Alpes Marítimos dijo que las ovejas fueron encontradas en una habitación contigua a una villa ubicada en el Boulevard du Mercantour y los cadáveres en un camión frigorífico estacionado en el patio de la casa. En el lugar, seis personas fueron detenidas y puestas inmediatamente bajo custodia policial. Por estos hechos incurren en una pena de tres años de prisión y una cuantiosa multa.

Recientemente, el domingo, se había descubierto otro matadero en el distrito de Bindweed. En un piso okupado de 12m2 se amontonaban unos cuarenta animales. Fueron implicados dos ciudadanos tunecinos de 37 y 38 años, llamados Abdelkader y Foued, que residían en la zona. Estaban viviendo legalmente en Francia y trabajando como trabajadores temporales en albañilería.

Ante los investigadores, los dos hombres no negaron haber sacrificado un animal pero negaron estar en el origen de este improvisado encierro en un edificio. Sin que la policía lo sepa, son procesados ​​por los motivos de “tala ilegal”, “trabajo encubierto” y por las diversas degradaciones de un apartamento que no les pertenece. Por ello, se arriesgan hasta a 3 años de prisión. Mientras esperan su juicio, que se llevará a cabo el 7 de agosto, no han sido puestos en prisión preventiva, pero están bajo supervisión judicial.