Armenia acusó este viernes a Azerbaiyán de llevar a cabo una política de «limpieza étnica» en la disputada región de Nagorno Karabaj, poblada principalmente por armenios, en el centro de un conflicto entre ambos países desde hace varias décadas.
«La situación humanitaria en Karabaj se ha deteriorado extremadamente», dijo el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, acusando a Bakú de bloquear el tráfico de vehículos desde el jueves a través del corredor de Lachin, la única carretera que une la región secesionista con Armenia.
«El suministro de alimentos a Karabaj prácticamente ha cesado y los pacientes no pueden acudir a los hospitales de Armenia para recibir tratamiento médico», dijo. Estas acciones de Bakú «prueban que Azerbaiyán sigue una política de limpieza étnica en Karabaj», dijo Nikol Pashinian.
El 23 de abril, Azerbaiyán había instalado un primer puesto de control a la entrada del corredor de Lachin, una decisión “inaceptable” para Ereván. Bakú afirma que esta medida es necesaria en particular para impedir la circulación de armas. Anteriormente, el bloqueo de meses de este corredor por parte de azerbaiyanos que se hacían pasar por activistas ambientales ya había provocado una crisis humanitaria con escasez de alimentos y cortes de energía, según Ereván.
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El 24 de mayo, Armenia hizo un llamado a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, para obligar a Bakú a levantar el bloqueo. Los dos países caucásicos se enfrentaron en dos guerras a principios de la década de 1990 y en 2020 por el control de Nagorno Karabaj, una región montañosa poblada en su mayoría por armenios que se separaron de Azerbaiyán hace más de tres décadas.
Este primer conflicto, que cobró 30.000 vidas, terminó con una victoria armenia. Pero Azerbaiyán se tomó la revancha en el otoño de 2020 durante una segunda guerra, que dejó 6.500 muertos y le permitió retomar muchos territorios. Los enfrentamientos fronterizos siguen siendo frecuentes, a pesar de los avances recientes en las conversaciones de paz entre Bakú y Ereván y los mayores esfuerzos de Occidente por un arreglo pacífico en la región que Rusia considera su zona de influencia tradicional.