Francia quiere aprovechar la cumbre para un nuevo pacto financiero mundial, que organiza la próxima semana en París, para dar «impulso político» a la propuesta de tasa internacional sobre las emisiones de carbono del transporte marítimo, dijo este viernes la presidencia francesa. «Las necesidades son tan enormes» para poder luchar «al mismo tiempo» contra el cambio climático y contra la pobreza, que «necesitamos nuevos recursos», dijo un asesor del presidente Emmanuel Macron, en el origen de esta cumbre. “Esperamos que en París le hayamos dado un verdadero impulso político” a este impuesto, añadió.
Los días 22 y 23 de junio, la capital francesa acogerá a un centenar de países, incluidos unos cincuenta representados por su Jefe de Estado o de Gobierno, para impulsar una «auténtica transformación del sistema financiero internacional» que data de mediados del siglo XX, con el fin de proporcionar este «choque de financiación». Las instituciones nacidas al final de la Segunda Guerra Mundial en Bretton Woods, a saber, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, cuyos líderes estarán presentes, «habrán experimentado una verdadera revisión con motivo de esta cumbre», quiere creer el Elíseo.
«Francia se ha ofrecido a acoger esta conversación» como una «plataforma», pero «no tiene capacidad para decidir», reconoció sin embargo la presidencia francesa. Su prioridad es, por tanto, dar “dinámica, impulso político” a soluciones que a veces quedan empantanadas en negociaciones muy técnicas. Este es el caso, se dice del lado francés, de este impuesto al carbono sobre el comercio marítimo, “llevado durante diez años por las Islas Marshall y las Islas Salomón”. A dos semanas de una reunión crucial de la Organización Marítima Internacional (OMI), el presidente Macron espera «dar un nuevo eco a estas propuestas» con la esperanza de ayudar a «conducir a una decisión ambiciosa».