El Senado votó este jueves a mano alzada la creación de una comisión de investigación en respuesta a la solicitud de parte de la familia de Samuel Paty, que desea que se «las culpas» que permitieron el asesinato de la maestra en 2020.
Formalmente, fueron la Comisión de Cultura y Educación y la Comisión de Derecho las que solicitaron que se les otorgaran las prerrogativas atribuidas a las comisiones de investigación, por un período de seis meses.
El título de la misión conjunta que realizarán es más general que el caso individual de Samuel Paty. En él “se examinará el tema de la denuncia y tratamiento de las presiones, amenazas y agresiones de las que son víctimas los docentes”. Parte de la familia de Samuel Paty había adelantado su «alivio»: es también «el ardiente deseo de que se respondan las preguntas», subrayó Me Virginie Le Roy, su abogada en Classic Radio.
En una carta publicada por el sitio de noticias en línea Factual, Mickaëlle Paty, la hermana de Samuel Paty, deseó el mes pasado poder “hacer rendir cuentas a los responsables de la mala gestión, el tratamiento erróneo de la amenaza que se cierne sobre mi hermano y el resultado falta de previsión». En esa carta, pedía «la apertura de una investigación parlamentaria para establecer las fallas de esta tragedia y tratar de tapar las brechas».
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El presidente del Senado Gérard Larcher (LR) deseó entonces que esta solicitud sea examinada con “atención” y “empatía respetuosa”. Según Me Virginie Le Roy, hubo “disfunciones en todos los niveles, tanto en el Ministerio de Educación Nacional como en el del Interior. Un fracaso general, con consecuencias dramáticas”. Señaló que el profesor había sido «expulsado al ostracismo dentro de su establecimiento», «tratado como un paria» por ciertos funcionarios de la Educación Nacional y «le dijeron que había hecho mal su trabajo».
El letrado volvió a pedir que el colegio de Conflans-Sainte-Honorine en el que oficiaba Samuel Paty pasara a llamarse con su nombre. El 16 de octubre de 2020, el profesor de historia y geografía de 47 años fue apuñalado y luego decapitado cerca de su universidad en Conflans-Sainte-Honorine (Yvelines) por Abdoullakh Anzorov, un refugiado ruso de origen checheno. Este islamista radicalizado fue asesinado a tiros por la policía. Le reprochó al profesor haber mostrado en clase, durante una lección sobre libertad de expresión, caricaturas de Mahoma.