Decenas de miles de personas marcharon este jueves 8 de junio por las calles de Tel Aviv, en la marcha del orgullo gay más grande de Medio Oriente, en el contexto de la protesta contra la presencia en el gobierno israelí de ministros hostiles a LGBT.

Hombres y mujeres con atuendos coloridos, a veces excéntricos, participan en la reunión, bailando en y alrededor de carrozas que tocan música en el paseo marítimo de esta ciudad considerada un raro oasis de tolerancia en la región, según periodistas de AFP en el lugar.

Este año, el municipio se enorgullece de albergar “el desfile del orgullo más grande” jamás organizado en Israel con motivo del 25 aniversario de la primera edición, en 1998. Las festividades también continuarán el viernes, dijo el municipio en un comunicado de prensa. El sitio de información israelí Ynet avanza a primera hora de la tarde una participación de “decenas de miles de personas”, llamadas a crecer. En 2022, más de 200.000 personas habían participado en esta marcha, según el ayuntamiento. «Es una fiesta muy grande y quiero estar aquí para apoyar a los miembros de la comunidad [LGBT], es muy importante», dice Elise Zhdanova, de 26 años, librera en Tel Aviv.

Para Yaël Ben Yossef, de 22 años, estudiante de psicosociología en Beersheva (sur), es «particularmente importante» marchar este año cuando ministros abiertamente homofóbicos se sientan en el Gobierno de Benjamin Netanyahu instaurado en diciembre, uno de los más a la derecha de la historia de Israel. “Tenemos que demostrar que estamos presentes, que no tenemos miedo y que no nos van a meter al closet”, dijo la joven envuelta en una bandera del arcoíris. Itamar Ben Gvir, ahora ministro de seguridad nacional, fue uno de los organizadores del «desfile de las bestias» en Jerusalén en 2006, durante el cual los opositores religiosos desfilaron con burros, asociando a los homosexuales con animales.

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Muchos israelíes temen en particular que con la controvertida reforma judicial que quiere el gobierno y que limita los poderes de la Corte Suprema, salten las salvaguardias y se pongan en entredicho los derechos adquiridos. El lema «¡Democracia!» Los opositores a la reforma fueron coreados el jueves en la procesión en Tel Aviv, señalaron periodistas de la AFP. Israel es reconocido como un país progresista en términos de visibilidad e igualdad para las personas LGBT. El matrimonio homosexual, sin ser ilegal, es imposible por falta de una institución autorizada para pronunciarlo, pero se reconoce la unión entre personas del mismo sexo si se ha contraído en el extranjero. “Lo más importante en este momento es luchar para que no nos quiten nuestros derechos”, continúa Yaël Ben Yossef.