El ministro de Transformación y Servicio Público, Stanislas Guerini, dijo el jueves que quería reunirse con los sindicatos de funcionarios antes del verano para discutir medidas de aumento salarial. “Debemos poder sentarnos alrededor de la mesa en los próximos días. No esperaré al verano, creo que es más una cuestión de días y semanas que de unos meses”, dijo Guerini durante una entrevista en France 2.

Ulcerados por el aplazamiento de la edad legal de jubilación, los representantes de los funcionarios declinan por el momento cualquier intercambio oficial con el gobierno o la administración. Para los gremios, con quienes el Gobierno deberá dialogar a lo largo del primer semestre de 2023 sobre el acceso al servicio público, el aumento de salarios es una de las prioridades.

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Ante una inflación cercana al 6%, la subida general del 3,5% concedida en el verano de 2022 es denunciada como insuficiente por los ocho sindicatos representativos de funcionarios, que juzgan a finales de abril un aumento salarial «urgente e imprescindible». El aumento del 3,5 % decidido en 2022 supone “2.000 euros anuales para una matrona y 800 euros anuales para un auxiliar de enfermería, por ejemplo en el hospital”, sostuvo Stanislas Guerini. El ministro también recordó que el salario de los 1,1 millones de agentes peor pagados había sido «realineado» con el salario mínimo el 1 de mayo.

En un comunicado de prensa publicado el jueves, la CGT invitó al gobierno a “detener todas estas chapucerías. Estas medidas sobre los bajos salarios son solo paliativos”, atacó el sindicato. La planta de Montreuil lleva varios meses reclamando aumentos del 10% en los salarios y su indexación a la inflación. «Fui muy claro con los sindicatos, les dije que esta alineación con el salario mínimo obviamente no es para el ajuste de todas las cuentas», respondió Stanislas Guerini en France 2, abriendo así la puerta a otras medidas de poder adquisitivo.

También está sobre la mesa otro tema, añadió: el de los aumentos salariales “desde los primeros años” en la función pública para “no congelar demasiado los inicios de una carrera”. Invitado el jueves en TV5 Monde, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, descartó cualquier perspectiva de indexar los salarios a la inflación en el sector público, una medida que, según él, podría «alimentar la espiral inflacionaria». “Y entonces no es muy justo, porque a los que tienen los salarios más bajos les van a aumentar tanto como a los que tienen los salarios más altos”, continuó. “Sin embargo, la inflación afecta primero a los salarios más modestos y más bajos”.