Un policía fue condenado el miércoles 3 de mayo a cuatro meses de prisión condicional por no ayudar a una persona en peligro tras el suicidio de un adolescente cuyas intenciones habían sido denunciadas a la comisaría de Verdun sin que se tomaran medidas, supo AFP de el enjuiciamiento.
El tribunal penal de Verdún no impuso ninguna prohibición a su sentencia, dijo a la AFP la fiscal Sophie Partouche, confirmando la información del diario regional L’Est Républicain. Durante la audiencia del 13 de abril, el magistrado había pedido una pena de prisión condicional de seis meses acompañada de una prohibición de ejercer la profesión policial durante tres años contra este exjefe de la brigada de seguridad urbana (BSU) de Verdun. Acompañada por AFP, su abogada, Me Alice Cohen-Sabban, indicó que «todavía no ha hecho balance» con su cliente sobre una posible apelación.
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El adolescente de 16 años, que vive en la región de Montauban, se suicidó el 5 de julio de 2021. Aproximadamente un mes antes, en la tarde del 8 de junio, había anunciado en un grupo de juegos en línea su intención de terminar con sus días. Después de este mensaje, esa misma noche, se había vuelto a conectar, luego nuevamente a la mañana siguiente para publicar un mensaje que decía «Hola equipo», según L’Est Républicain. El grupo de juego estaba dirigido por un Meusien que había denunciado a la comisaría de Verdun el mensaje en el que el adolescente decía que quería suicidarse. Se había registrado un pasamanos, «presentado al jefe de la BSU» pero «quedó sin seguimiento», considerando el policía que entonces no había «peligro inmediato», según el diario.
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Los padres del adolescente interpusieron entonces una denuncia contra la comisaría por no asistir a una persona en peligro. Una investigación de la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN) concluyó que el jefe de la BSU «no tomó ninguna medida para rescatar al adolescente» y señaló una «inercia gravísima», informa L’Es Republicano. En la audiencia, Me Cohen-Sabban pidió la liberación, creyendo que su cliente había servido como “chivo expiatorio”.