El parlamento de Suecia aprobó el miércoles (3 de mayo) una nueva ley que prohíbe las actividades vinculadas a grupos extremistas, fortaleciendo su legislación antiterrorista, un requisito clave para que Turquía apruebe la candidatura de Estocolmo a la OTAN. La ley, que penaliza la «participación en una organización terrorista», entrará en vigor el 1 de junio.
En su presentación en febrero, el ministro de Justicia, Gunnar Strommer, dijo que se trataba de una “ampliación significativa del alcance en comparación con la legislación actual”. El simple apoyo logístico a una organización terrorista podría ser considerado un delito bajo esta nueva ley, explicó Gunnar Strommer.
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En noviembre, Suecia modificó su constitución para permitir este cambio legislativo, ya que era contrario a las leyes suecas sobre libertad sindical. Suecia ha adoptado leyes antiterroristas más estrictas desde 2017, después de que un solicitante de asilo uzbeko que había jurado lealtad al grupo Estado Islámico (EI) llevara a cabo un ataque con un camión en una calle comercial de Estocolmo, matando a cinco personas.
Una lucha más radical contra los grupos extremistas es uno de los principales requisitos de Ankara para aprobar la candidatura del país a la OTAN, que requiere la unanimidad de todos los miembros de la Organización. Pero mientras Finlandia se unió a la OTAN en abril, Turquía todavía se niega a dar luz verde a Suecia, acusando al país de ser un refugio para ‘terroristas’, especialmente miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
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Las manifestaciones pro-kurdas en Suecia, donde las banderas del PKK son comunes, son denunciadas regularmente por Ankara. Sin embargo, Gunnar Strommer aseguró en febrero que “el hecho de participar en una manifestación o reunión no será punible en sí mismo”.