Ecuador, que enfrenta una ola de violencia sin precedentes vinculada al narcotráfico, incautó más de 64 toneladas de drogas entre enero y abril, anunció la policía el martes (2 de mayo). “En abril fueron detenidas 995 personas por casos de drogas y se incautaron 18,5 toneladas” de estupefacientes, dijo a la prensa el general de policía Pablo Ramírez, director nacional antidrogas. En lo que va de año se han incautado un total de 64,6 toneladas de droga (frente a 200 toneladas en 2022 y 210 toneladas en 2021), y 4.099 personas detenidas por tráfico de estupefacientes, precisó este funcionario.
Las autoridades incluyen todo tipo de drogas (marihuana, cocaína y otras) en los decomisos realizados, siendo la mayoría cocaína. El decomiso más reciente, 1,9 toneladas de cocaína, estaba oculto en un cargamento de banano que iba a salir del puerto de Guayaquil (suroeste) con destino a Suecia.
En la costa del Pacífico, Guayaquil es una de las ciudades más golpeadas por el narcotráfico y la violencia. Al menos 18 personas murieron allí este fin de semana, informaron medios locales. El sábado en particular, asaltantes no identificados abrieron fuego contra personas que miraban un partido de fútbol en la televisión y mataron a diez personas. El 11 de abril, en la provincia de Esmeraldas, en el noroeste del país, una treintena de hombres armados abrieron fuego contra los residentes, matando a nueve personas. Según las autoridades, las víctimas estaban bajo la protección de un grupo criminal y presuntamente fueron atacadas por un grupo rival.
En las cárceles del país, los enfrentamientos entre reos se han cobrado más de 420 vidas desde 2021, mientras que fuera de las cárceles la tasa de homicidios casi se ha duplicado entre 2021 y 2022, de 14 a 25 por cada 100.000 habitantes, según las autoridades. Esta explosión de violencia llevó al gobierno a imponer el estado de emergencia en las provincias y ciudades más afectadas, en las zonas costeras de Santa Elena, Los Ríos y Esmeraldas, así como en las ciudades de Guayaquil, Durán y Samborondon. El presidente Guillermo Lasso ha declarado a los grupos criminales «terroristas», lo que permite a las fuerzas armadas patrullar las calles junto a la policía.