¿Se reanudará oficialmente el diálogo? Según información de France Info, Elisabeth Borne se prepara para invitar a los sindicatos a Matignon a partir de mediados de la próxima semana. Estas reuniones se llevarían a cabo de manera bilateral, y no con toda la intersindical. Una forma de retomar las discusiones de manera más pacífica. Este sería el primer contacto oficial desde la promulgación de la tan criticada y peleada reforma de pensiones.
Los representantes sindicales habían hecho saber que necesitaban «un período de decencia» antes de volver a discutir con el gobierno. La propia Primera Ministra había llamado a «respetar un periodo de convalecencia», para que los sindicatos no salieran «humillados por esta secuencia». El secretario general de la CFDT Laurent Berger había fijado como fecha límite el 1 de mayo. Un plazo de hecho respetado por el gobierno.
A media mañana de este viernes aún no habían recibido las invitaciones oficiales los centrales que prefirieron, de momento, ponerse en contacto ante la propuesta del presidente del Gobierno. “Solo respondemos a las invitaciones que recibimos. Por el momento, este no es el caso”, explica Yvan Ricordeau, secretario nacional de la CFDT.
Los sindicatos, empezando por los más reformistas, son sin embargo conscientes de que tarde o temprano tendrán que volver a la mesa de negociación. “Será complicado no volver a discutir con el gobierno”, abunda Cyril Chabanier de la CFTC. “No queda nada en la ley de pensiones sobre la penuria o el empleo de los adultos mayores”, cita como ejemplo. Pero fuera de la cuestión de venir a hacer números: si hay discusión, esperan garantías sobre el método.
Según las posiciones adoptadas esta semana por la secretaria general de la CGT, Sophie Binet -ella- sólo acudirá a Matignon «si es para hablar de un aumento salarial inmediato». El dirigente sindical lamentó en la mañana de este jueves en RTL que el Gobierno puso en la agenda «temas divisorios»: la «estigmatización de los desempleados», «la reforma de la escuela secundaria vocacional que luchan docentes y estudiantes» o «el empleo de los mayores cuando tenemos una reforma que se está aplicando de forma extremadamente violenta». Sophie Binet dijo al mismo tiempo que la decisión de aceptar una invitación del ejecutivo sería tomada por intersindical.
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La última reunión entre los representantes sindicales y el gobierno se remonta al 5 de abril, cuando la intersindical había vuelto a actuar en la escalinata de Matignon un persistente desacuerdo, exigiendo también la retirada de la reforma.