“Continuaremos esta operación tanto como sea necesario”, insistió, este viernes por la mañana, el ministro del Interior, Gérald Darmanin al micrófono de Europa 1. La operación Wuambushu (reanudada en Mahoran) llevó al envío de 1.800 policías y gendarmes para Mayotte para frenar el crimen, destruir viviendas ilegales y expulsar inmigrantes ilegales. Según el ministro, la policía arrestó a 15 delincuentes durante la noche en Mayotte, elevando el número de personas detenidas a 25 de las 60 buscadas.
Mientras las rotaciones entre Mayotte y las vecinas Comoras están estancadas, Gérald Darmanin subrayó que las expulsiones continúan con el traslado de tres esrilanqueses, «malgaches y africanos de los Grandes Lagos». «Ciertamente desde hace tres días no ha habido más deportaciones a las Comoras, pero desde hace tres días no ha habido más kwassa kwassa, este vehículo de inmigración ilegal», agregó. En cuanto a la suspensión de las ayudas por valor de 150 millones de euros (casi el 10% del PIB de las Comoras) apoyadas por la Agrupación Nacional, el Ministro del Interior sugiere que tal acción precipitará a las Comoras a las armas rusas.
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Gérald Darmanin “no quiso comentar” sobre las revelaciones de Europa 1. «Tampoco en Mayotte la autoridad judicial será garante de las violaciones de los derechos humanos», señaló el sindicato de magistrados del que fue vicepresidenta Catherine Vannier, que firmó la orden de suspensión del derribo de una villa miseria.